Recursos naturales con amplio respaldo

La actividad minera puede respaldar el progreso del país

Recientemente, la encuestadora IPSOS dio a conocer el resultado de un estudio en el cual se preguntaba sobre las razones por las que nos sentimos orgullosos de ser peruanos. En segundo lugar, con 45%, la respuesta fue por “los recursos naturales/biodiversidad”. El primer lugar, con 48% de simpatías, fue la cocina/gastronomía. Cabe reflexionar sobre por qué estamos orgullosos de nuestros recursos naturales/biodiversidad y sobre su trascendencia. Los recursos naturales son todos aquellos que se encuentran en nuestro territorio, que además tiene la particularidad de reunir 84 zonas de vida identificadas de las 114 registradas en el planeta.

¿Lo mencionado anteriormente es importante? Sí, siempre que empleemos el capital natural del territorio para financiar el bienestar y el desarrollo de nuestro recurso humano. No aprovechar el capital natural resulta absurdo, un sinsentido. Todas las sociedades a lo largo de la historia han hecho uso de los recursos naturales para proveerse bienestar. Se transforma el paisaje, se valoriza el recurso, se comercializan los frutos y se genera una dinámica económica favorable, tanto para quien tuvo la iniciativa de aprovechar (¿?) un recurso, como para quienes trabajan en dicho proceso. Y también para el Estado en sus diversos niveles de gobierno.

Los países más desarrollados siempre han empleado sus recursos naturales para seguir consolidándose y expandiéndose. La ruta del éxito está condicionada por aquello de que se dispone en el territorio, y la historia registra la habilidad que tuvo cada pueblo para emplear su riqueza natural. En ese sentido, es importante destacar que cada vez existe una mayor conciencia nacional de la importancia de hacer uso de “los recursos naturales/biodiversidad”, porque el orgullo no puede estar asociado a la mera contemplación. Nos sentimos orgullosos dado que nos sirven, por eso debemos aprovecharlos de manera racional para garantizar el bienestar de todos.

Los recursos naturales se encuentran tanto en la superficie como en el subsuelo. En la superficie habitan la flora y la fauna (los vegetales y animales) y en el subsuelo se encuentran los minerales: metálicos (como el oro, la plata o el cobre) y no metálicos (como el cemento o el mármol). . También se encuentran sustancias como el petróleo. En los mares, lagos y ríos contamos con abundante fauna acuática.

A lo largo de nuestra historia, hemos empleado nuestros recursos y la organización en el uso de los mismos permitió que quienes nos antecedieron nos dejen imborrables muestras de su paso por el mismo suelo que transitamos en la actualidad. Dichas muestras las denominamos “patrimonio cultural”. Los más conocidos son Machupicchu, Choquequirao, Chan Chan, Pachacamac, entre otros. ¿Alguien considera que para su edificación no fue necesario transformar el paisaje natural y hacer uso de los recursos disponibles? Evidentemente no. Nuestros antepasados emplearon la roca, la madera disponible y los minerales para fabricar herramientas metálicas, así como ornamentos de todo tipo. Canalizaron las aguas de los ríos, horadaron la tierra con sus herramientas y transformaron desiertos en áreas de cultivo.

En la actualidad, sucede lo mismo, pero el volumen de aprovechamiento es mayor en virtud de que la población ha aumentado y el mundo ha conformado un mercado global del cual formamos parte. Ofertamos nuestros productos y son otros quienes los demandan.

En el Perú, tenemos que aprovechar todos los recursos, y entre ellos están los minerales. Oponerse al desarrollo y al fortalecimiento de la actividad minera resulta ahistórico, principalmente porque es la fuente más próxima y cierta de que disponemos los peruanos para financiar, por ejemplo, la seguridad ciudadana —que es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía—, la mejora de la calidad del servicio educativo, el cuidado y mejoramiento de la salud de todos los peruanos, y la modernización de la infraestructura pública.

Hoy, todo parece indicar que hay decisión del gobierno para llegar a la modernidad en el menor plazo posible. La demanda de la población ha sido interpretada por el presidente Kuczynski como una “Revolución social”. Y es cierto, pero dicha revolución requiere generar recursos para hacer realidad el anhelo nacional. La debida administración del agua garantiza su disponibilidad para la agricultura, y el respaldo a la actividad minera garantiza contar con recursos económicos para construir lo necesario para que el agua, efectivamente, llegue a todos y a toda hora.

Poner en marcha importantes proyectos mineros que están a la espera de que se les dé el visto bueno para empezar representa mucho más que un negocio privado. Es la oportunidad que tenemos para alcanzar el ansiado desarrollo.

Guillermo Vidalón del Pino