Manuel Gago

Quinquenio perdido

Interés político desplaza a la economía

Quinquenio perdido
Manuel Gago
09 de junio del 2019

 

La reciente cuestión de confianza concedida por el Parlamento al presidente de la República, Martín Vizcarra, ha servido también para diferenciar el Perú virtual, que habita el mandatario, y el mundo de carne y hueso, que habitan todos los peruanos. A Vizcarra no le importa que los jóvenes desperdicien sus habilidades por la falta de oportunidades. Para el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP), 1.35 millones de jóvenes entre 15 y 29 años no estudia ni trabaja, son una carga para sus familias. No hay mayores oportunidades laborales porque las inversiones están retraídas. No hay cómo incorporar a 300,000 jóvenes a la producción peruana cada año. Por el contrario, estos jóvenes son empujados a la informalidad y a la criminalidad organizada.

Vizcarra se pone de perfil y mira de reojo la informalidad laboral del 72% de la Población Económicamente Activa (PEA). Los alcaldes creen que resuelven el problema persiguiendo a los ambulantes de una calle a otra. No hay trabajo porque tampoco hay firmeza en las decisiones. En Arequipa, por ejemplo, el Ejecutivo no otorga la licencia de construcción al proyecto Tía María, que hace más de cuatro años tiene el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado por la población. Las dirigencias de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y de Construcción Civil se oponen a la oferta laboral de Tía María, en lugar de promover más oportunidades de trabajo. Los sindicalistas marxistas bloquean las inversiones con fines políticos, alegando una supuesta conservación del medio ambiente. Y Vizcarra, bien gracias.

Y así como las turbas furibundas y golpistas se quedaron con los crespos hechos después de la confianza otorgada por el parlamento al Ejecutivo —porque Vizcarra no se atreve a cerrar el Congreso—, así también quedarán los pobladores de la sierra central. La masificación de gas (proyecto Siete Regiones) prometida desde la campaña electoral del 2011 —que permitió la elección de Ollanta Humala— sería un cuentazo. El viceministro de Hidrocarburos, Eduardo Guevara, ha señalado días atrás que “la demanda de gas es una incógnita”; es decir, la construcción del nuevo Gasoducto del Sur estaría en salmuera. Con esto, la crisis energética peruana será una realidad, por la falta de exploraciones que confirmen las reservas de petróleo y gas. Por usted, señor Vizcarra, dependeremos de Bolivia y su estrategia energética en la región.

Según Carlos Tapia, ex integrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), el principal interés de la población es la honestidad y transparencia de la política, en lugar de la prosperidad de sus hogares. Vizcarra debe compartir el razonamiento de Tapia. Por eso, el presidente deja de gobernar para pelear contra el Parlamento, creyendo que la pureza de la política está por encima de la alimentación de los hijos. Una interpretación alejada de la realidad.

El mensaje “rústico” de Vizcarra —según Víctor Andrés García Belaunde, congresista de Acción Popular— y el oficio chantajista del premier Salvador de Solar, entregado al Congreso para la cuestión de confianza, no calentaron las calles. El pedido impertinente, insultante e inconstitucional del Ejecutivo no causó otra cosa que horas de agotamiento inútil en el parlamento. Y como dicen en la calle, Vizcarra “ya está tasado”. Seguirá abandonando su responsabilidad de gobernar por falta de condiciones. Esto precipitará aún más la caída de su popularidad. El mandatario volverá a guerrear en cuerpo y alma con el parlamento para ocultar las ineptitudes de su gestión y para distraer a los peruanos de las constructoras coimeras consorciadas con la empresa Odebrecht. Por esto, nada más.

Esta estrategia encubridora destroza la unidad nacional y deja de lado el crecimiento económico, la base del desarrollo del país. El Estado y su autoridad han sido desplazados por la criminalidad organizada y el oportunismo de las dirigencias marxista en todos lados, bloqueando proyectos mineros, de hidrocarburos, forestales, hídricos y otros. Y Vizcarra, bien gracias. El quinquenio Kuczynski-Vizcarra ya se da por perdido.

 

Manuel Gago
09 de junio del 2019

NOTICIAS RELACIONADAS >

El ladrón bueno y el ladrón malo

Columnas

El ladrón bueno y el ladrón malo

El bien y el mal están presentes en los Evangelios y documentos...

16 de abril
El proteccionista Donald Trump

Columnas

El proteccionista Donald Trump

Una vez más: Donald Trump es presidente de Estados Unidos de No...

09 de abril
Los males crónicos que hunden al país

Columnas

Los males crónicos que hunden al país

Los males crónicos que padece el país, como se van desar...

02 de abril

COMENTARIOS