Carlos Arnillas Denegri

¿Qué esperamos los peruanos?

En salud, educación y seguridad ciudadana

¿Qué esperamos los peruanos?
Carlos Arnillas Denegri
05 de abril del 2018

 

Cansados de tanta corrupción de los últimos gobiernos, que no dudaron en endeudar al país con obras faraónicas e inservibles —como la inconclusa Transoceánica, la Refinería de Talara, la Villa Olímpica de Lima o la cuestionada licitación del Aeropuerto de Chinchero— los peruanos queremos voltear la página y extender un voto de confianza al nuevo Gobierno. Lo sustantivo es que se ha dado un golpe de timón en democracia, siguiendo los cauces institucionales y sin que la economía sufra traumáticos desequilibrios.

Se ha optado por un gabinete que —si bien es poco conocido— cuenta con indudables pergaminos profesionales que esperamos sean puestos al servicio de los altos intereses de la nación. Algo que debe quedar en claro, es que no deben planificarse proyectos de largo plazo en lo que resta del Gobierno. La prioridad debe enfocarse en los asuntos que quedaron pendientes en materias de salud, educación y seguridad ciudadana, así como en la reconstrucción de las zonas devastadas por los fenómenos naturales. Así mismo en justicia; pero sobre todo, en la lucha contra la corrupción que, lamentablemente, está institucionalizada en el país.

En el sector educación, tiene que desarrollarse una política que mejore la educación inicial, primaria y secundaria, capacitando a los maestros en forma constante e instaurando la meritocracia, la cual debe venir acompañada de incentivos salariales. Debe, también, contemplarse el mejoramiento de la infraestructura de los planteles; sobre todo en provincias y en zonas alejadas del país, complementada con apoyo alimentario en los sectores menos favorecidos.

En el sector salud, hay que priorizar un eficaz sistema de atención de citas en hospitales, la optimización de la infraestructura hospitalaria, la cancelación de las ingentes deudas del SIS, la dotación oportuna de medicamentos etc. Así mismo deben diseñarse programas para enfrentar la problemática de hacinamiento de enfermos, así como la implementación de postas médicas en zonas que carecen de este servicio.

Algo prioritario es el control de epidemias en las zonas afectadas por El Niño costero. Se espera que la nueva ministra borre, con sus acciones, los serios cuestionamientos que le viene formulando el gremio médico.

En el sector economía, la reducción del déficit presupuestal y la reactivación económica merecen atención especial, así como la reglamentación inmediata del Decreto de Urgencia 003. Estos son desafíos que deberá abordar con premura el nuevo titular de Economía. Tanto el empresariado peruano como el foráneo esperan signos claros de estabilidad y seguridad para sus inversiones, lo cual debe de ir acompañado de una reforma tributaria que reduzca la informalidad y mejore la recaudación de impuestos, que en el 2017 cayó en 1.3 %.

En cuanto a la Reconstrucción con Cambios, tal como reconoció el propio presidente, Martín Vizcarra, no se ha hecho casi nada. Se utilizaron S/ 2,500 millones de los S/ 25,000 millones presupuestados. Los ministerios de Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción, Agricultura y Salud tienen que actuar coordinadamente para enfrentar tan difícil pero no imposible tarea.

La inseguridad ciudadana -percibida como un problema por más de un 85% de peruanos— y la corrupción —enquistada en el aparato estatal desde hace varias décadas— son dos grandes problemas que deberán enfrentar prioritariamente los ministros del Interior y de Justicia, diseñando una estrategia conjunta para actuar con firmeza y eficacia en democracia, para recuperar así la fe perdida en la justicia.

Enfrentar el crimen organizado también tiene prioridad. Y para ello debe emplearse la tecnología existente, que no se aplica, así como implantar la preparación y capacitación de policías y fiscales —especializados en investigación criminal— para que cumplan con eficiencia su misión. Paralelamente se debe instalar laboratorios de criminalística en todas las regiones del país.

Necesitamos que el Poder Judicial y el Ministerio Público sean independientes e implacables en el castigo a los corruptos, empezando por casa. El Gobierno, el Congreso y el Poder Judicial deben trabajar en conjunto para buscar soluciones al cáncer que nos afecta, a fin de recuperar, poco a poco, la fe en la justicia y la simpatía popular.

No ejecutar estas tareas pendientes nos llevará, irremediablemente, hacia el despeñadero. Y al surgimiento de improvisados aventureros radicales en la política que querrán pescar en el río revuelto del 2021.

 

Carlos Arnillas Denegri
05 de abril del 2018

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