¿Puede surgir un Bolsonaro peruano?

El triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil ha sido así como “aire fresco” para un sector de liberales y conservadores locales. En un momento de debilitamiento casi total del keikismo y del fuerzapopularismo, el triunfo de Bolsonaro les ha caído como anillo al dedo, e incluso han empezado a surgir una baraja de nombres. ¿Por qué? Porque este sector de liberales y conservadores, que se veían representados en Fuerza Popular, han corroborado que una demoledora mediática diez veces más grande que la que existe en el Perú puede ser vencida, incluida esa agencia internacional del predicamento zurdo que es el Foro de Sao Paulo. Y eso ya es mucho.

Como se suele decir en los manuales del marxismo, existe algunas condiciones objetivas para el surgimiento de un Bolsonaro peruano. La caída (quizá momentánea o definitiva) de Fuerza Popular y el debilitamiento de Keiko Fujimori dejará un vacío que, de una u otra manera, será llenado por otra opción de derecha que, ante el azote día y noche del antifujimorismo, no tendrá otra elección que endurecerse. Por ejemplo, los miles de mineros informales no creen en el estatismo de Antauro, creen en la propiedad de subsuelo y el libre comercio.

Como se sabe, los sectores conservadores (los compartimentos evangélicos y los grupos católicos) y liberales, así como ese mundo popular ancho, ajeno y mestizo (que se aterra ante la sola presencia de la Sunat) se vieron representados políticamente en Fuerza Popular. Este sector de la sociedad que observa cómo avanzan los pequeños pero tumultuosos grupos de izquierda, reclamará su lugar en la política peruana.

Ahora bien, la victoria de Bolsonaro quizá sea también una lección para los diversos grupos liberales y conservadores locales que pretenderían seguir sus pasos. ¿Por qué? Porque la victoria de Bolsonaro ha sido posible solo porque el exmilitar aprovechó el “momento populista” que se abrió en Brasil debido a los terribles actos de corrupción; sobre todo el caso Lava Jato, en el que está incluido el Partido de los Trabajadores. ¿Hay un “momento populista” en el Perú? Todo indica que sí, porque la corrupción de las empresas brasileñas y la judicialización de la política, alentada por el antifujimorismo, ha logrado que todo el sistema político y el espacio público esté deteriorado y sin crédito.

En Brasil, los analistas zurdos se han preguntado una y mil veces por qué los negros y colectivos homosexuales han votado por un racista y homofóbico. La única respuesta es que ni negros ni homosexuales han votado por un racista y homofóbico, sino que han votado contra la corrupción y el sistema de partidos. Algo así también podría pasar en el Perú.