Giovanna Priale

Precisando la discusión entre igualdad y crecimiento

Precisando la discusión entre igualdad y crecimiento
Giovanna Priale
28 de julio del 2016

¿Qué se ha hecho para que los trabajadores informales tengan mejores condiciones de vida?

El camino de Perú a la OCDE pasa necesariamente por lograr un crecimiento económico al que la mayoría de la población, hoy excluida del sistema formal, acceda con iguales oportunidades. El paso básico para esta meta es que los niños puedan recibir alimentación, servicios de salud, educación de calidad y la capacidad de ahorrar para adquirir un activo que los ayude a superar la pobreza.

El presidente Humala ha señalado en sus últimos discursos que su gobierno deja encaminada una política de crecimiento, con programas sociales efectivos; y ha puesto como ejemplo Qali Warma, Beca 18, Juntos y Pensión 65. Podemos discutir la forma cómo mejorar las filtraciones en estos programas, pero la gran pregunta es qué se ha hecho para que los hoy millones de trabajadores informales tengan acceso a mejores condiciones de vida. ¿Cuánto se ha avanzado en el desarrollo de mercados en los que la población cuente con acceso a educación, salud y pensiones de calidad?

Desde hace unos meses he tenido la oportunidad de caminar las calles de Lima, incluyendo los distritos más alejados, como Villa el Salvador, San Juan de Lurigancho, Comas y Carabayllo. Al visitarlos resulta innegable que el crecimiento económico ha llegado a estas zonas; sobre todo en la cantidad de edificios nuevos (financiados, en su gran mayoría, por el Fondo Mi Vivienda), en los supermercados y sus tarjetas de crédito para propiciar el consumo de la población, y en los colegios privados que se constituyen en una alternativa —supuestamente de calidad— para los niños de la zona.

No obstante, resulta igualmente alarmante la cantidad de basura que aún permanece en las calles, en medio de estas construcciones modernas; así como la ausencia de carreteras asfaltadas, lo que afecta la calidad de vida de la población. Y si uno sube a uno de los muchos mototaxis que circulan por estas calles, o visita los inmensos mercados que ocupan las zonas, descubre que miles de nuestros compatriotas no tiene acceso a salud o a pensiones.

El ingreso promedio mensual de un mototaxista puede bordear los 1,500 soles, mientras que el del dueño de un puesto de venta de pollos en el mercado mayorista es de 4,500 soles. Si uno les pregunta qué les preocupa, además obviamente de generar el ingreso diario necesario, encontrará que son recurrentes los siguientes temas: invertir en la educación superior de sus hijos, estar cubiertos frente al riesgo de morir o sufrir alguna enfermedad, y ahorrar para su casa y para su vejez. Y esto nos plantea la urgente necesidad de repensar el concepto de formalidad. Ser formal es tener acceso a un empleo que incluya cobertura de salud y pensiones, ya sea provista por el Estado o por un privado, siempre que sea a precios competitivos y responda a las necesidades de la población.

El crecimiento económico debe pasar indispensablemente del escenario macroeconómico en el que las cuentas fiscales se encuentran equilibradas a un espacio microeconómico. Y en el que las personas hoy excluidas de la formalidad puedan contar con un combo básico salud+pensiones y la cobertura de alguna necesidad específica: ahorro para cambio de mototaxi, educación superior de los hijos, cuota inicial de una tienda, entre otros.

Alcanzar esta meta supone, de un lado, una oferta privada dispuesta a correr nuevos riesgos para expandir sus centros de operación a nuevos distritos, con productos distintos y formas de recaudación novedosas; mientras que por el lado de la demanda privada supone construir un consumidor financieramente más educado, capaz de comparar los precios que le ofrecen, de leer las coberturas a las que tiene derecho y de tomar decisiones sobre su patrimonio. Se trata, en suma, de crear nuevos mercados que reproduzcan de manera eficiente la libertad para elegir cómo quiero administrar mi dinero y en qué entidades elijo confiar. para que me acompañen en el logro de mis metas financieras.

Soy una firme creyente en que la política pública no debe ser tomada sobre la base de un libro de texto o en una reunión de expertos de escritorio, sino que debe responder imperiosamente al consumidor y a sus necesidades. En cinco años, los microempresarios serán formales, porque contarán con acceso a servicios financieros formales y, por ende, le encontrarán sentido a pagar impuestos (renta+IGV), porque con parte de esos impuestos se financia la cobertura del combo salud + pensiones que hace que frente a un shock de muerte, este peruano y su grupo familiar sigan adelante. Así, con iguales oportunidades, todos podemos sentir el crecimiento económico.

 

Giovanna Prialé Reyes

Director de Unidad de Economía y Finanzas

GERENS

 
Giovanna Priale
28 de julio del 2016

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