Postextractivismo de Tierra y Libertad delinea política minera

Estimado lector, para juicio del suscrito la ONG Grufides ha empezado a delinear la política del sector minero en el Perú. A esta conclusión se llega no solo con las declaraciones pasadas de la PCM, Mirtha Vásquez, de que se comprometía a cerrar cuatro operaciones mineras en el sur de Ayacucho, sino también por los últimos nombramientos de personajes afines a ella y a la ONG Grufides (que piensan exactamente igual sobre la minería moderna en el Perú) y por los “especialistas y abogados” de izquierda que ahora cercan a la actual PCM. Y todo ello se enmarca en ese pensamiento denominado postextractivismo, una de las banderas de la izquierda ambientalista.

No obstante, antes vale recordar que la ahora PCM ha sido una de las principales animadoras contra el desarrollo de algunos proyectos mineros emblemáticos como Conga, asimismo fue la defensora de la “hija de la laguna, Máxima Acuña de Chaupe” en su largo periplo legal contra Yanacocha, que a pesar de tanto tiempo transcurrido aún no termina. Y que, vistas todas las pruebas, no queda sino decir que el caso no es como se ha pintado, y que no hay ninguna David versus Goliat. 

Si algo debemos decir entonces es que hasta hace pocos meses Vásquez era una animadora pública del postextractivismo (ahora no lo es por evidentes razones), ese pensamiento que se hizo bandera política desde Tierra y Libertad, la voz política de la ONG Grufides. Pensamiento que no es otra cosa que el resultado de una evolución del pensamiento marxista hacia el radicalismo ambientalista, y que promete “extraer solo las riquezas naturales que vas a consumir”

Cuando uno hace una revisión, para poner otro ejemplo, del discurso de Mirtha Vásquez en el Congreso, en el que solicitó el voto de confianza a su gabinete, encontrará algunas referencias a los lineamientos del postextractivismo. Es evidente que Vásquez no menciona la palabra postextractivismo, pero en su presentación dijo que se “actualizarán” los estándares y límites permisibles ambientales. Asimismo habló sobre eso llamado ordenamiento territorial, un sueño húmedo de la izquierda oenegera, entre otros.

En Coracora, Vásquez anunció la defensa de las cabeceras de cuenca y que el Ejecutivo vería los casos de “criminalización de las protestas”. Asimismo, que se revisarían los planes de cierre, y mencionó por allí la consulta previa. Pues todo ello se relaciona con el denominado post extractivismo, una locura ideológica que nos promete que pasaremos de una economía extractiva a otra de “solo lo indispensable”. 

Por tanto, para el suscrito, la ONG Grufides ha empezado a desarrollar la estrategia para delinear la política minera en el Perú; y que, a pesar de lo dicho por Vásquez en Coracora, continuará. Si hoy los conflictos sociales son pan de cada día es justamente por eso, porque la PCM se ha ideologizado y todo en esas oficinas son afines a ese pensamiento obtuso, una derivación del marxismo, que es el ambientalismo radical.