Juan José García

¿Por qué no votar por Verónika Mendoza?

¿Por qué no votar por Verónika Mendoza?
Juan José García
31 de marzo del 2016

Problemas de una propuesta política anacrónica

En América Latina ha empezado una positiva tendencia de abandono de las ideas de izquierda. Se inició en Argentina, con la victoria de Mauricio Macri sobre Daniel Sicoli, paladín de los Kirchner; y está continuando en Brasil, con el probable descalabro del gobierno de Dilma Rouseff y con la posible ascensión al poder de su ex socio Michel Temer, quien aplicaría políticas de liberación económica para revertir la grave recesión brasilera. De igual manera, debido al hervidero que se vive en Venezuela, es cosa de tiempo para que Nicolás Maduro abandone el poder. Como vemos, se trata de una tendencia muy clara en nuestra región.

No obstante, según los últimos sondeos presidenciales, Verónika Mendoza ha remontado durante las últimas semanas, y ahora pelea el tercer lugar con Alfredo Barrenechea. Tenerla en esa posición en las encuestas es algo totalmente a contracorriente. Mientras varios pueblos de Latinoamérica pugnan por abandonar las nefastas directrices del socialismo, nuestra miopía política nos empuja a repetir lo que vivimos entre 1970 y 1980. Por ello, en este artículo desarrollaré tres razones por las que NO debemos votar por Verónika Mendoza ni ningún candidato del Frente Amplio.

En primer lugar, Mendoza apuesta por un modelo fracasado. La candidata del Frente Amplio pretende ejecutar una serie de políticas socialistas, las cuales le darían al Estado un rol protagónico en la economía para asignar y distribuir la riqueza. También, optaría por la regulación de precios, la limitación de la competencia en el comercio exterior, el endurecimiento de las condiciones tributarias, etc. En resumen, su modelo propone un retroceso a los setenta y ochenta. No olvidemos la historia ni la experiencia de quienes vivieron bajo el yugo de este tipo de modelos.

Por ejemplo, Garry Kasparov, destacado ajedrecista soviético, publicó en su cuenta de Facebook un comentario peculiar sobre el socialismo: “(…) El socialismo suena genial en retazos de discursos y en Facebook, pero por favor manténganlo ahí. En la práctica, corroe no sólo la economía, sino el espíritu humano en sí, y a la ambición y al logro que han hecho al capitalismo moderno posible y han sacado a billones de personas de la pobreza (…)”.

En segundo lugar, Mendoza no tiene claro su plan de gobierno. En relación a temas de cargas tributarias, infraestructura de uso público y consumo, la candidata del Frente Amplio tiene solo 23 proposiciones. De éstas, nueve son meros deseos y ocho son propuestas sin sustento. En línea con la metodología sugerida por Contribuyentes por Respeto, los deseos son aquellas declaraciones esencialmente líricas de objetivos, sin acciones concretas para llevarse a cabo; y las propuestas sin sustento son aquellas acciones concretas que no identifican ni contienen implícitamente las herramientas de acción. Es decir, el 73% de sus propuestas en estos temas son patinadas. Esto sin mencionar que dichas proposiciones fomentarían una menor libertad económica para los ciudadanos.

En tercer lugar, Mendoza tiene nexos con el chavismo.  La evidencia es diversa; por ejemplo, según El Comercio, la candidata del Frente Amplio realizó coordinaciones en el 2007 a través de la cuenta [email protected] para que personas en el extranjero envíen aportes al Partido Nacionalista. Asimismo, César Trompiz, viceministro de agenda y asesoría presidencial de Venezuela, apoya abiertamente a Juan Diego Motta y Jorge Bacacorzo, postulantes al congreso por el Frente Amplio. Este tipo de perlitas abundan.  

Reflexionemos sobre si queremos una presidenta vínculada al actual gobierno venezolano; un gobierno que Mendoza evidentemente respeta, puesto que no lo califica como dictadura sino como “democracia débil con débil institucionalidad”.

Deberíamos evitar apostar por lo que Verónika Mendoza propone, puesto que regresar al modelo del Estado empresario sería pernicioso para todos los ciudadanos. Debemos continuar y mejorar el actual modelo económico, que ha sido reconocido por el notable economista de CEPAL Xavier Mancero, quien considera que el incremento de ingresos familiares (impulsados por el actual modelo) fue lo que causó que en Perú se viva una reducción envidiable de la pobreza. Sigamos siendo el ejemplo en la región sobre lo que se debe hacer, en lugar de volvernos el ejemplo de lo que NO se debe hacer. Lideremos la tendencia que se ha iniciado en América Latina.

Juan José García

 
Juan José García
31 de marzo del 2016

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