Nuevos rostros

Algo en lo que parecen coincidir la mayoría de peruanos en estas elecciones es el reclamo por ver “nuevos rostros” en el próximo Congreso de la República. Sin embargo, en los últimos días hemos visto cómo algunos supuestos nuevos candidatos representan lo peor de la política nacional. Por otro lado, también hemos visto a nuevas figuras en la política peruana que despiertan una gran expectativa en la ciudadanía. 

En el primer grupo de los mal llamados “nuevos rostros”, tenemos el caso de los candidatos por el Partido Morado, Daniel Olivares y Alberto de Belaunde, que recientemente aparecieron para defender lo indefendible; el último de ellos, con su sola frase “hay suficientes elementos de juicio para creer en su versión”, sobre Julio Guzmán y el caso del departamento incendiado, se pinta de cuerpo entero. Son más de lo mismo. ¿Terminarán indignados y abandonando a Julio Guzmán en caso de que sean o no elegidos? Creo que sí. 

Más de lo mismo también es la victimización como estrategia de publicidad para llamar la atención de la prensa y los electores, en lugar de ofrecer propuestas e ideas. Ese sería el caso de Lucía Alvites, candidata de Juntos por el Perú, quien abandonó un debate con el postulante por el Apra, Renzo Ibáñez, en la Plaza San Martín. Al respecto, la periodista Rossana Cueva, en el programa Panorama del pasado 19 de enero, ha dicho: “Está claro que la mayor cantidad de las voces hostiles fueron contra el candidato Ibáñez. Queremos nuevos cuadros, pero también que estas carreras no empiecen con victimizaciones publicitarias”, en referencia a Alvites. 

El “líder” del Partido Morado, Julio Guzmán, también es más de lo mismo, aunque salgan sus candidatos a defenderlo diciendo que en este momento no postula a nada, o aparezcan súbitamente algunos relacionistas públicos pretendiendo comparar al “moradito” con Roosevelt o Clinton. A mí poco me importa con quien se acueste Guzmán; lo que sí me parece espantoso es su conducta escapista ante una emergencia, que posiblemente a algunos les pueda parecer similar a quienes atropellan a una persona y luego se dan a la fuga. 

A pesar de todo, como afirmé al principio, hay grandes excepciones. Es el caso del candidato aprista, Renzo Ibáñez, quien ha despertado grandes expectativas en esta campaña, y que ha incidido en la importancia de la política para recuperar el crecimiento económico que necesita nuestro país, entre otras destacadas propuestas; como promover la reforma de las AFP a favor de los pensionistas, y otras orientadas a la seguridad ciudadana y titulación de tierras. Estoy seguro de que lo veremos en este nuevo Congreso, junto a otros destacados militantes apristas, a quienes deseo lo mejor este domingo 26. 

La ciudadanía empezará a mirar de nuevo al APRA con más expectativa, ante el fracaso de la derecha y la izquierda en la conducción del país.