Manuel Gago

Narcoterrorismo, el enemigo regional

Semejanzas con los atentados terroristas de Sendero Luminoso

Narcoterrorismo, el enemigo regional
Manuel Gago
15 de agosto del 2023


El asesinato del Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de Ecuador es un mal intento del narcoterrorismo regional de crear miedo en las
fuerzas ciudadanas contrarias al socialismo, promotor del cultivo de coca. Pero la reacción será completamente opuesta: marcará la línea entre el Estado de derecho y la criminalidad totalitaria que acecha a Latinoamérica.  

Pues bien, hay que seguir repasando sin descanso la historia de las décadas recientes, con muerte y destrucción que se están olvidando. Jaime Prada (Apurímac) –economista, docente universitario y ensayista– nos cuenta en su novela Construcción y destrucción de un sueño (Juan Gutenberg, Editores Impresores, 2012) detalles de la barbarie perpetrada por los seguidores de Abimael Guzmán en las alturas apurimeñas: el cruel asesinato del gobernador de Poqowanka y la destrucción de la mini central eléctrica de Mishcapata ocurridos el 18 de julio de 1988. 

Cuenta Prada que “el grupo venía en formación militar, precedido por banderas rojas y pancartas, encabezados por una gigantesca bandera roja nunca vista. Las mujeres lucían casacas tipo militar y una especie de pasamontañas con visera y los hombres ponchos de diversos colores. Cuando estaban muy cercanos, las campanas de la iglesia tocaban alocadas y bulliciosas”. Como en toda incursión, los senderistas tomaban las plazas y obligaban a la gente a concentrarse en el lugar. Los poqowanquinos, como en otros poblados, nunca vieron civiles armados. La llegada del contingente confirmó los rumores, “que por los cerros caminaban una especie de montoneros sin piedad, que degollaban por igual a ricos y pobres”.

La novela de Prada es suficientemente descriptiva. No deja de lado detalles que grafican a los protagonistas, el momento, el lugar y los hechos tal como fueron. En frío, sin necesidad de exageraciones, de novelar en exceso y extendido, muestra por un lado la crueldad planeada, y por el otro, la inocencia de los que no tomaron en serio a los “compañeros” que los visitaban con propósitos devastadores.

Para los pobladores, el que parecía el jefe “daba risa verlo, con su cara ovalada y ceño fruncido como para inspirar miedo; pálido y amarillo como si estuviera con bilis, ojos hundido y ardientes y con boca huérfana de algunos dientes hablaban más bien de su mal genio. El hombrecito inició una especie de arenga en quechua falso y los lugareños pensaron que era wamanguino”. 

Bueno pues, ese hombrecito que daba risa y hablaba con dejo dulzón de niño, comandaba una célula terrorista que disparaba al aire cuando el Presidente Gonzalo era nombrado y zapateaba “como si de súbito les hubiera dado chuqchu (terciana)”. Ese insignificante personaje –según la apreciación de los pobladores– ordenó el asesinato del gobernador del pueblo, asestándole un pedrón en la cabeza “para no gastar balas en los sirvientes de la burguesía”. Antes “le habían requisado su anillo de matrimonio que era el único recuerdo de su esposa”. 

Sobre la pequeña hidroeléctrica, “solo a unos locos de remate se les podía ocurrir trasladar turbinas a fuerza de músculos”, se lee. A 4,850 metros sobre el nivel mar, los poqowanquinos descubren una caída de agua necesaria para hacerlas funcionar. Fueron 23 años de gestión (desde 19659 y sería inaugurada el 1 de mayo de 1989, día de San Felipe Apóstol, patrono del pueblo; desde recibir sus partes y montarlas para que en un instante, con dinamita, fuera hecha polvo por los senderistas. Los pobladores pobres tenían en mente el engorde de su ganado e industrialización de la leche, vender en Lima su producción de mantequilla y queso. Pero el senderismo asesino destruyó esos sueños.

No obstante los daños ocasionados, el maoísmo aliado del narcotráfico avanza a paso firme y se presenta como posibilidad política en ciertos jóvenes. La pereza de los padres de familia, que no cuentan lo sucedido, y la complicidad de ciertos docentes y autoridades educativas hacen posible esta preocupante situación.

Manuel Gago
15 de agosto del 2023

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