Iván Arenas
¡Minem no explica aún el modelo de “rentabilidad social”!
A más de un mes de su anuncio

En su primer mensaje a la nación como mandatario, Pedro Castillo indicó que los proyectos extractivos (sobre todo los mineros) se ejecutarán conforme al modelo de “rentabilidad social”. Pues bien, más de un mes después, desde el Ejecutivo –exactamente desde el Ministerio de Energía y Minas– no se ha explicado aún en qué consiste esa estrategia de “rentabilidad social”.
No obstante la voluntad del mandatario y sus asesores, lo más probable es que al término “rentabilidad social” le ocurrirá lo mismo que al trillado cliché de la “licencia social”, una figura retórica que ha devenido en un mal uso político e ideológico; un uso abusivo y absurdo, promovido por las organizaciones no gubernamentales que se oponen a la minería moderna. Hasta el sol de hoy, el término “licencia social” no está escrito en ninguna de las normas ni en paete alguna de la legislación vigente.
El problema principal de la administración Castillo son las anteojeras ideológicas de su programa socialista. Por eso niega el aporte actual de la minería moderna, una fuerza antipobreza, generadora de empleo (con todos los derechos laborales y sociales) y causante directa de la existencia de una nueva clase media en las provincias aledañas. De allí, de la ideología colectivista, surge entonces este nuevo modelo de “rentabilidad social”. Un modelo que, vale repetir, aún no sabemos en qué consiste ni cómo se pone en práctica.
En el viejo marxismo se decía que el análisis concreto debe partir siempre de la realidad concreta. En ese sentido, es incuestionable la realidad concreta del aporte de la minería moderna; y valgan verdades, sería soso dar las cifras del empleo que genera, el aporte a la tributación, los programas sociales y productivos que desarrolla, entre otros. En otras palabras, la minería de hoy ya genera rentabilidad social, si nos referimos al impacto social y la generación de beneficios directos e indirectos.
Si desde el Minem se quiere mejorar o promover una alternativa al actual modelo de la minería moderna, entonces es urgente mirar al Estado donde la ineficiencia, la corrupción y la inmensa tramitología campean. De hecho, Bellido dijo que crearían una ventanilla única para reducir los procesos burocráticos. Esperemos.
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