Luis Enrique Cam
Martín Chambi
Testimonio inigualable de la grandeza de los Andes y su gente

Martín Chambi Jiménez es, sin duda, la figura más emblemática de la fotografía en el Perú, elevándola a la categoría de arte. Su compromiso con la cultura andina y su gente, desde las primeras décadas del siglo XX, lo ha convertido en el fotógrafo peruano más reconocido a nivel mundial.
Nacido el 5 de noviembre de 1891 en Coasa, Puno, en el seno de una familia campesina, Chambi tuvo que abandonar la escuela primaria para acompañar a su padre, Félix Chambi, quien había sido contratado en una mina de oro en Carabaya, administrada por una compañía británica. Fue allí donde, por casualidad, presenció el trabajo de unos ingenieros ingleses que utilizaban un extraño aparato capaz de capturar la realidad en placas de vidrio y luego reproducirla en papel. Aquella tecnología, llamada fotografía, despertó en él una vocación irrenunciable.
Impresionados por su entusiasmo, los ingenieros británicos le ofrecieron costear sus estudios en Inglaterra, pero Chambi declinó la propuesta. Su deseo era capturar la belleza de los paisajes andinos y, siguiendo un consejo recibido, viajó a Arequipa para formarse en los mejores estudios fotográficos del sur del Perú.
Tras quedar huérfano, se trasladó a Arequipa solo y, en 1908, con apenas 17 años, fue aceptado como asistente del reconocido fotógrafo Max T. Vargas, cuyo estudio se encontraba en el Portal de Flores de la Plaza de Armas. En aquel taller, Chambi no solo aprendió las técnicas del oficio y la gestión comercial de un estudio, sino también el valor artístico de la fotografía. Vargas le enseñó el efecto Rembrandt, una técnica de iluminación que realza los contrastes entre luces y sombras en los retratos, muy apreciada en la época.
Luego de consolidar su aprendizaje en la "Ciudad Blanca", Chambi decidió independizarse. Tras un breve paso por Sicuani, en 1920 se estableció en Cusco, donde encontró la inspiración ideal para desplegar todo su talento: los paisajes, la arquitectura, las festividades y, sobre todo, el pueblo andino. Su cámara se convirtió en una ventana a la historia y la cultura del Perú.
Maestro de la luz y la composición, Chambi creó imágenes icónicas como La novia cuzqueña en estudio y La boda del prefecto Julio Gadea, esta última expuesta en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Su estudio en la calle Márquez 67 se convirtió en un referente durante cuatro décadas, capturando la esencia de la vida en los Andes con una sensibilidad incomparable.
A diferencia de muchos de sus colegas, Chambi tenía una ventaja crucial: su origen indígena y su conocimiento del quechua. Esto le permitió establecer una relación de confianza con sus retratados, logrando que posaran con naturalidad y dignidad, sin la rigidez habitual frente a la cámara occidental.
Su talento trascendió fronteras. Participó en exposiciones en Perú, Chile, México y Argentina, y en 1927 su muestra en el Hotel Bolívar de Lima fue aclamada por la crítica. Consciente del poder de su arte, declaró en una entrevista con el diario El Pueblo de Arequipa en 1958:
"Desde que empecé a tomar la fotografía en serio, mi ideal fue sólo uno: dar a conocer al mundo toda la belleza natural de mi patria y la imagen tan hermosa de las ruinas que hablan de nuestro pasado histórico, con el fin de promover en lo posible, de acuerdo a mis medios, el turismo en el Perú."
Sus imágenes fueron publicadas en revistas como Variedades, La Crónica y National Geographic. Sus postales de Machu Picchu, el nevado Salkantay y la vida andina captaron la atención internacional y siguen siendo referente de la fotografía documental peruana.
El premio Nobel Mario Vargas Llosa lo definió como un "peruano universal", alguien que, a través de su arte, ofreció al mundo una visión única del Perú, rica en paisajes, cultura y tradición.
Martín Chambi falleció en Cusco el 13 de septiembre de 1973, en su antiguo estudio de la calle Márquez. Su legado, sin embargo, sigue vivo, inmortalizado en cada una de sus fotografías, testimonio inigualable de la grandeza de los Andes y su gente.
COMENTARIOS