Marisol Pérez Tello

Sobre la nueva ministra de Justicia y Derechos Humanos

La doctora Marisol Pérez Tello ejercerá la cartera de Justicia y Derechos Humanos del primer gabinete del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Marisol es actualmente congresista y llegó al Parlamento luego de integrar la plancha presidencial de PPK en el 2006, junto al ingeniero Máximo San Román, líder empresarial de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

He tenido la oportunidad de conocer a cada uno de ellos en ámbitos diferentes al político. A Marisol y a PPK, compartiendo paneles en actividades académicas y en el homenaje que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos le tributó a don Alberto Benavides de la Quintana, quien fuera el patriarca de la minería nacional. Al ingeniero San Román lo conocí en un acto religioso que compartían una de mis hijas con una de sus nietas. En dicha oportunidad tomé conciencia del vínculo que une a Máximo con Irene, su esposa, quien brilla con luz propia y con la que había entablado amistad a partir de un escenario universitario.

De Marisol sabía que era una política de larga trayectoria. Se vinculó al Partido Popular Cristiano desde las aulas universitarias, desde donde reivindicó el compromiso que implica el pensamiento social cristiano y su expresión política. No obstante, la imagen pública de una personalidad política suele ser impactada, favorable o desfavorablemente, por un conjunto de actores —generalmente mediáticos— que, en función a diversos intereses, se encargan de proyectar percepciones que no necesariamente se condicen con la identidad de la persona.

Empero, Marisol es de las personas que transmite su personalidad e integridad desde la primera conversación. Dice lo que piensa y siente y, además, tiene por virtud la prudencia, que en un político es sabiduría. Sonríe y ríe con amplitud, se reúne con todos los sectores sociales y es consciente de que las personas y sus instituciones aciertan, pero también yerran. Y en estos casos hay que buscar los mecanismos adecuados para mejorar sin destruir ni paralizar.

A Marisol la conocí gracias a una invitación formulada por el gobierno de Alemania a través de la Fundación Konrad Adenauer (KAS, por sus siglas en alemán), hace aproximadamente dos años atrás. Entre otros autores latinoamericanos, fuimos convocados para participar en una publicación titulada Visiones del desarrollo; ella escribió el capítulo referido a “La perspectiva del Estado”, y el suscrito sobre “La perspectiva empresarial”. Gracias a su documento conocí de su erudición y claridad expositiva, más allá de los particulares puntos de vista. Marisol escucha, incorpora, respalda o disiente; a veces con más o menos energía, pero siempre con altura. Asimismo, reconoce y aconseja, “tus palabras pueden ser mal interpretadas”, frase que demuestra que la valoración de las personas está por encima de la distancia o proximidad que se tenga con sus ideas.

En Justicia, PPK ha hecho una buena elección. Y afortunadamente en los ministerios de Desarrollo e Inclusión Social y del Interior estarán Cayetana Aljovín y Carlos Basombrío. La lucha contra la inseguridad ciudadana necesita de un Estado que ejecute políticas concertadas para implementar medidas de prevención, represión y rehabilitación del delincuente. Pero, por sobre todo, se debe alcanzar el objetivo primordial: brindar seguridad a la ciudadanía que trabaja honradamente.

Marisol también sabe que en los cargos públicos se reciben muchas presiones, por lo que tendrá que hilar fino para avanzar, aguzar sus sentidos y demostrar que es tanto una gran lideresa como una ejecutora. Le deseamos éxitos en lo personal, profesional y en la ascendente carrera política que está desarrollando, así como también a quienes han decidido asumir la responsabilidad de enrumbar al Perú por el camino del desarrollo y de la generación del bienestar que todos anhelamos.

Guillermo Vidalón del Pino