Arturo Valverde

Marido y mujer

Las opiniones del escritor ruso Anton Chejov sobre el matrimonio

Marido y mujer
Arturo Valverde
04 de febrero del 2025


Antón Chéjov, famoso cuentista ruso, se casó con la actriz Olga Knipper en 1901, aunque “antes del matrimonio tardío con Knipper, Chéjov no solo se enamoró en más de una ocasión, sino que también amó triste y difícilmente”, sostiene V. A. Posse, en sus
Memorias sobre Chéjov. 

¿Qué decía Chéjov años antes de casarse? Aquí un fragmento: “¡No, tengo que casarme! Si Varvara Ivánovna no me encuentra una novia, me pegaré un tiro. A la hora de elegir novia, que se guíe por su gusto (…). Tres de mis amigos se casan… ¡Qué horror, cuánto trabajo tendré! El trabajo es insoportable, ya que cada parroquia tiene sus propias costumbres nupciales. ¡Déjeme que los complazca! También me enredé en su boda…”, escribe Chéjov a P. G. Rozánov, en 1886. Empero, cinco años después, en varias de las cartas que escribió a su esposa, en las que se transmiten amor y tristeza, la llamará “alma mía”, “mi gatita”, “mi pequeña”. 

El matrimonio es una fuente de historias que, dependiendo de la sensibilidad y las experiencias propias del escritor, podrían tratarse con humor, tristeza o pánico. Cuántos relatos, novelas, dramas teatrales al abrir las cortinas de la vida conyugal nos han permitido asomarnos a la vida íntima entre marido y mujer.

El cuento, El espejo, de Chéjov, nos presenta a una mujer que sueña con la idea del matrimonio, y que experimentará, en sueños, la posibilidad de perder al ser amado por una enfermedad. “Es Nochevieja. Nelly, la hija de un general terrateniente, linda y joven que día y noche sueña con el matrimonio, sentada en su habitación y entornando los ojos adormilados, fija estos en el espejo”, escribe.  

Ver morir a su marido se convierte en una pesadilla para Nelly, que desesperada busca a un médico y luego a otro. Como se ha quedado dormida ante un espejo, la protagonista se despierta cuando uno de los espejos cae a sus pies. Entonces, descubre que todo ha sido un mal sueño. “Me parece que me he dormido”, dirá. 

Sus cartas y los testimonios de quienes conocieron al escritor ruso comparten algunos de sus pensamientos acerca de la idea del matrimonio. Uno de ellos, recopilados en Chéjov en vida, una biografía en documentos, publicada por Ígor N. Sujij, página 514, dice esto: “No recuerdo por qué la conversación giró en torno al matrimonio”. “Nadie puede decir si un marido y una mujer son felices o infelices. Es un secreto que solo lo conocen los tres: Dios, él y ella…”,  pronunció Chéjov entornando los ojos” (B. A. Lazarevski, A. P. Chéjov).

Arturo Valverde
04 de febrero del 2025

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