Jorge Morelli
Las riendas de su destino
El potencial forestal del Perú es mayor que el chileno.

“Salvo el cobre, todo es ilusión” es el título fascinante de la columna publicada por Waldo Mendoza en El Comercio. Lo que dice es, en esencia, algo que el Perú ha comenzado a comprender desde hace poco tiempo: si el precio internacional del cobre sube, el país es gobernable. De lo contrario, sencillamente la gobernabilidad está severamente comprometida.
Mendoza precisa que el 60% de las exportaciones son minerales, y casi la mitad de ellas corresponden al cobre. Cuando el precio del cobre sube, añade, aumenta la inversión en cobre y, dada su magnitud, sube la inversión privada total; además sube la producción de cobre (y el PBI minero y el PBI total),la minería paga más impuestos y sube la inversión pública, entran más dólares al país y el valor del sol aumenta. Esta relación está comprobada estadísticamente. Entre 1950 y 2016 —dice Mendoza— el coeficiente de correlación del precio del cobre con la inversión privada es casi perfecto (0.92) y ocurre casi lo mismo con el PBI (0.90) y con la inversión pública (0.83).
Pero cuando baja el precio del cobre este círculo virtuoso se convierte en un espiral directa a la catástrofe de la economía. No importa lo que el Gobierno haga o deje de hacer, no importa lo que el sector privado en las demás actividades haga o deje de hacer. ¿Cómo puede un país depender del azar hasta ese punto y pretender llamarse país? ¿Cómo puede el Perú haber permitido que su suerte se encuentre hasta ese punto comprometida en una variable que no controla?
En Chile, la minería representa el 9% del PBI, pero la actividad forestal y la industria de madera y papel representan el 3% del PBI. Y el potencial forestal del Perú es mayor que el chileno. Invertir en agua y en bosque y en mejora de la tecnología de riego, articulando la inversión privada de las minas y los fondos de pensiones con las comunidades andinas de las punas del Perú, crearía otra columna económica, una economía nueva. Lo ha demostrado el grupo económico que reúne el diario Expreso, trabajando con PREDICE, un modelo de 1,200 variables desarrollado por el ex ministro y doctor en Econometría Jorge Baca Campodónico.
Esto permitiría duplicar el tamaño del PBI del Perú en doce años, para el 2030. Nuestro PBI de hoy, de US$ 200,000 millones, podría convertirse en uno de US$ 450,000. No dependeríamos nunca más solo de los precios de los minerales. ¿Por qué, entonces, no está el Perú dispuesto a tomar en sus propias manos las riendas de su destino?
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