Las constituciones como mapa de principios y reglas

El contenido de las constituciones contemporáneas posee elementos en común, si las observamos desde la perspectiva de los principios y reglas básicas para limitar el ejercicio del poder político y reconocer los derechos fundamentales de una comunidad democrática. En todo texto constitucional se puede distinguir un conjunto de principios y reglas que pueden agruparse en cuatro apartados. El primero corresponde a los principios y reglas del constitucionalismo clásico como son: “los principios fundamentales del Estado”; es decir, (a) los principios que inspiran la forma de Estado (b) el reconocimiento de los derechos y libertades (c) el principio de separación de poderes (d) Los principios que inspiran el Imperio del Derecho y (e) La regla que fija el procedimiento de reforma constitucional.

El segundo grupo de principios y reglas recoge aquellos que responden a “los principios técnico jurídicos del ordenamiento”; surge y difunde desde la posguerra a través de las constituciones modernas: (a) El principio de supremacía (b) El principio de aplicabilidad directa y (c) La regla y mayorías de producción de los distintos tipos de leyes. El tercer grupo reúne “los principios y reglas que inspiran la actuación de los poderes públicos” propios del tránsito del Estado legal al constitucional de Derecho; en ellos descubrimos (a) los principios del debido proceso, (b) el control judicial en sede parlamentaria y sus límites a las cuestiones políticas (c) La regla del orden jerárquico de los altos funcionarios públicos. Finalmente, el cuarto grupo alude a “los principios y reglas informadoras del derecho”, desarrollado a la luz de la jurisprudencia constitucional; por ejemplo (a) Los principios del derecho laboral (b) Los principios y reglas del régimen económico (c) Los principios tributarios (c) Los principios del derecho penal (d) Los principios del derecho civil y (e) la regla para acceder a la jurisdicción supranacional agotada la interna.

Los cuatro apartados mencionados agrupan los principios y reglas que, a lo largo del desarrollo del constitucionalismo en Europa continental e Iberoamérica, fueron configurando la forma y contenido de las constituciones contemporáneas. En la actualidad, a partir de las asambleas constituyentes convocadas por llamado socialismo del Siglo XXI, las normas fundamentales de Bolivia y Ecuador recogen principios de la cultura andina que producirán el progresivo mestizaje con categorías de origen Occidental; estamos hablando de la invocación a la Pachamama (madre Tierra) y sumak kawsay (derechos del buen vivir en lengua quechua), que aparece en el preámbulo de la Constitución ecuatoriana de 2008 y el suma qamaña (derechos del buen vivir en Lengua aymara) en la Constitución boliviana de 2009.