Arturo Valverde

La triste historia de la bancada oficialista

Tuvieron los votos, pero no la preparación política

La triste historia de la bancada oficialista
Arturo Valverde
27 de febrero del 2019

 

Me pregunto si los peruanos habrán aprendido la lección de elegir a una sarta de improvisados y ponerlos al frente de las grandes decisiones del país. ¿Qué es el pepekausismo? Desde 2016, hemos visto cómo una bancada, que debería ser la bancada del Gobierno, se ha hecho pedazos debido a que sus propios integrantes no tienen nada en común. Empresarios, políticos sin bandera ni ideología, caviares, descendientes de antiguas aristocracias y fortunas que se remontan a la historia del guano, en fin, todos vestidos con el mismo polo: PPK. Como todos sabemos, las iniciales de quien fuera su candidato y presidente de la República por un breve tiempo: Pedro Pablo Kuczynski.

Ingenuamente o por exceso de optimismo, algunos creyeron que al ser elegidos como parlamentarios podrían iniciar una carrera política. Sin embargo, su ilusión se desmoronó luego de que les cayera como un baldazo de agua helada la aprobación de la no reelección congresal, vía referéndum. ¿Se acordarán de ellos en el 2026? Defenestrado su presidente, aprobada la no reelección congresal y a un par de años para que se termine el Gobierno, algunos ex pepekausas han creado sus propias bancadas.

Quienes están más cerca al papá Gobierno tienen su premio. Viajes al exterior en comitiva oficial y asientos en primera fila; otros son voceados para ministros y sabe Dios qué más. Visto de esa manera, parece que a algunos les va bien. Y, ¿el Perú? A la fecha, han transcurrido más de dos años y la bancada “oficialista” sigue reuniéndose para terminar de conocerse y fijar “una agenda” conjunta. ¡Dos años! Es lamentable decirlo, pero si alguna vez se impuso acertadamente el lema “El Perú avanza”, hoy se impone “El Perú no avanza”.

Ignoro qué tanto les interese la historia, pero el día en que se escriba las de los últimos cien años del Perú, será como un mal calco de Rayuela de Julio Cortázar. Porque esa ha sido la historia de tantos que alguna vez llegaron al Congreso. Brincando de una página a otra, como de una bancada a otra bancada. Un paso adelante, dos pasos atrás.

Cuando escucho que hace falta recuperar la política nacional, pienso en toda esa gente que tiene los votos, pero no tienen la capacidad para hacer bien las cosas en el Congreso. Ellos tienen los votos y ahí están apoltronados. No serán los mejores, pero tienen los votos. No tienen preparación política, pero tienen los votos.

¿Qué nos espera el 2021? ¿Llegarán los que tienen el dinero? ¿Los que tienen financistas? ¿O llegarán los mejores? Yo espero que sean estos últimos, por el bien del Perú.

 

Arturo Valverde
27 de febrero del 2019

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