Javier Valle Riestra

La República Aristocrática

Etapa de la historia del Perú que abarca desde 1895 hasta 1930

La República Aristocrática
Javier Valle Riestra
28 de febrero del 2021


Se emplea el término “República Aristocrática” porque es la expresión sostenida por Jorge Basadre para designar el período iniciado el 8 de septiembre de 1895, fecha en la que Nicolás de Piérola asume el mando constitucional. También podría calificarse esa etapa –dice Chirinos Soto– como la del Estado de Derecho, por lo menos como la de más prolongado esfuerzo intentado en el Perú con respeto a la ley y con libertades públicas prácticamente irrestrictas. Los gobernantes de la República Aristocrática merecen esa denominación porque en ella la función de gobierno respecto a todos los poderes se limitó a los círculos dirigentes burgueses. 

II

Los gobiernos de la República Aristocrática son el de Piérola de 1895 a 1899: vinieron luego don Eduardo López de Romaña, de 1899 a 1903; don Manuel Candamo, 1903 a 1904 (falleció en el poder); José Pardo de 1904 a 1908; el primer gobierno de don Augusto B. Leguía, 1908 a 1912; don Guillermo Billinghurst 1912 a 1914, derrocado por la guarnición de Lima a órdenes del entonces Coronel Oscar Benavides (a Billinghurst se le acusa de proyectar disolver el Congreso y de proyectar una Reforma Plebiscitaria Constitucional); el segundo gobierno de José Pardo 1915 a 1919; y el segundo gobierno de don Augusto B. Leguía, de 1919 a 1930, en el que fue sometido al totalitario Tribunal de Sanción, que no llegó a condenarlo pese a que estaba preso. Murió el 6 de febrero del año 1932, sometido a las peores crueldades.

III

Hasta entonces no existían partidos en forma. El más importante fue el Partido Civil (fundado por Manuel Pardo, ex presidente del Perú, asesinado el 16 de noviembre de 1878 por el sargento Melchor Montoya), pero desplazado luego totalmente por el aprismo, fundado en México el 7 de mayo de 1924, y luego como Partido en el Perú de 1930. Si en el siglo XIX hubo Partidos, tenemos el ejemplo más preclaro como precursor a la Sociedad Independencia Electoral, antecedente inmediata del Partido Civil. Antes de eso tuvimos “clubes”. Ocurrió con la Unión Progresista en 1845, y en 1851 y hasta en 1862 con el llamado Partido Liberal y sobretodo, las Sociedad Liberal. 

IV

Esta ha sido la suerte de los Presidentes de la República desde 1895 hasta 1930. No existieron partidos políticos con la excepción del Partido Civil, que naufragará. Y en la otra orilla era el Partido Aprista peruano que traía tesis novísimas: 

  1.  Acción contra el imperialismo;
  2. Por la unidad económica y política de Indoamérica;
  3. Por la nacionalización de tierras e industrias;
  4. Por la internacionalización del Canal de Panamá;
  5. Por la solidaridad por los pueblos y clases del mundo.

Se dirá que por ser aprista escribo lo que estoy redactando. No. Pese a su pasado vigoroso, hoy el Partido del Pueblo está en crisis, pero ya resucitará con vigor. 

V

Los partidos políticos no son meras agrupaciones electorales transitorias (a veces integradas por coaliciones de partidos, frentes populares, federaciones socialistas, ligas contrarrevolucionarias, frentes nacionales, etc.). “Los partidos son organizaciones estables, sus propósitos y funciones continúan terminada la competencia electoral”. No desaparecen.

VI

Todos los gobiernos del siglo XX en el Perú, hasta 1930, estuvieron en crisis. Solo resucitaron con la aparición del Partido Aprista Peruano, que ya tiene casi cien años de existencia. Todos los peruanos desde el Congreso Constituyente de 1822 queremos libertades, igualdad y justicia social, de lo contrario estaremos cayendo en el vacío, expuestos al militarismo. Somos un partido. No un club. 

VII

Pero ¿qué es un partido? La jurisprudencia constitucional alemana durante la República de Weimar en sentencia de Julio de 1923, afirmaba: “Para proceder ante el Tribunal de Justicia Constitucional solo pueden considerarse partidos políticos, aquellas asociaciones de personas en las cuales exista la posibilidad de que tengan una cierta trascendencia en el resultado electoral”. Etiquetas en botellas vacías, no.

VIII

Para terminar declaro que “República Aristocrática” es un concepto reaccionario en el que solo valen la burguesía y todo los vinculados a la clase dominante. Nosotros queremos una República nacional y no clasista. 

República Aristocrática. ¡No!
República popular. ¡Sí!

Javier Valle Riestra
28 de febrero del 2021

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