Mar Mounier

La pachamanca del [des]gobierno

La pachamanca del [des]gobierno
Mar Mounier
02 de febrero del 2015

¿Quienes deben responder por el fracaso de la gestión de Ollanta Humala?

Mil disculpas a los amantes de tan exquisito plato, pero sabiendo que en éste se incluye todo tipo de carnes (pollo, chancho, cuy, res y en el caso puntual, hasta burro), es imposible no llamar pachamanquienta a la sarta de filetes que guisa la manka (olla) de este gobierno. Por un lado, nos sazonan con órdenes de captura que nunca se realizaron, por el otro, el presidente dispara harto rocoto contra todo el que le niegue el amén. Y no sólo somos testigos de denuncias de reglajes a miembros de la cúpula de gobierno, sino también, hasta ha reventado la papa caliente de una acusación de lavado de activos donde, nada más y nada menos que la Primera Dama, estaría en el ojo de la tormenta.

Ollanta Humala aún vistiendo camiseta de candidato en vez de traje de presidente llama “ruido político” a graves denuncias a su gestión. Poco se acuerda la vaca cuando fue ternera y vertía toda clase de furibundas acusaciones durante gobierno anteriores. Pero eso sí, guarda discutible silencio sobre el descubrimiento que revela que aún con orden judicial vigente, desde el mes de mayo del 2014, en que supuestamente se abrió una investigación a Martín Belaúnde Lossio por el caso La Centralita, hasta enero del 2015, NO se tramitó una orden de captura e impedimento de salida del país contra éste. El gobierno entonces nos habría mentido con gran desparpajo. ¿Recuerdan el “nadie tiene corona, todos son iguales ante la ley”?. Si claro. ¡Ya nos comimos la yuca! ¿Por qué no se ha tramitado la extradición?¿Cómo la policía hubiera podido capturar a MBL sin una orden? ¿Quién protege al prófugo? ¿Por qué el gobierno omitió enviar información sobre la supuesta orden que NO aparece en la página web de la INTERPOL? Pantagruélicas contradicciones y presuntas responsablidades en la falta del cumplimento de la palabra del presidente.

Por otro lado, Ollanta exhorta a “tender el camino de la unidad” pero no duda en desafiar a críticos, enviar a un desquiciado Urresti a repartir piedras y huacatay y polarizar. Su discurso llamando al consenso contradice así al hecho. Luego, asegura que existe “gente interesada en dividir al equipo de gobierno” pero hay denuncias de “reglaje” de miembros de su gabinete. ¿Dirigidos por quién? ¿Quizá por los apropepekausafujirecutecumontesinistas? ¿A qué le teme Humala que necesitaría prosecución de la DINI? Y para coronar, “honestidad para hacer la diferencia” fue la muletilla de campaña. Sin embargo, la mismísima Primera Dama será investigada por denuncias de lavado de activos ya que se habrían encontrado miles de dólares en cuentas personales.

A Ollanta le exigimos que gobierne en consecuencia con la honestidad que prometió hasta el 2016, pues para eso fue elegido. Deshágase de yucas y papas calientes que solo exhiben una total incapacidad denigrando la investidura presidencial, y facilite las investigaciones al gobierno. Aleje el fantasma del término “vacancia” -funesto para la estabilidad del país-, que últimamente emerge de la conciencia de la opinión pública. Y por último remueva a ese cuestionable gabinete de vocingleros y confundidos. A los garantes: ustedes son los causantes de ésta situación. Les demandamos (una vez más) que por el bien del Perú y de la institucionalidad den la cara, cumplan con sus juramentos y asuman la responsabilidad del, a todas luces, “gobierno de la [in]competencia” que nos impusieron con manipulaciones. ¿O la promesa de avalar una gestión durante un quinquenio tan vital para el país fue una imprudente aventura? El objetivo del desarrollo debe alcanzar el bien común, y no favorecer la pachamanca de unos cuantos charlatanes y aprovechados.

Por Mar Mounier (El Hígado de Marita)

(02 - Feb - 2015)

Mar Mounier
02 de febrero del 2015

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