Iván Arenas
¡La oposición está desconcertada!
El Congreso debería organizar una resistencia propositiva

En los últimos días ha quedado comprobada la idea de que la oposición a la administración Castillo –agrupada alrededor del Congreso, sobre todo– está en un permanente desconcierto ¿Por qué llegamos a semejante conclusión? Vamos a explicar las razones.
Luego de que días atrás la oposición en el Congreso demostrara cierto talante de alta política con la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (TC), con el envío al tacho del proyecto de Asamblea Constituyente de Castillo y con la liquidación del “plan B” de Cerrón, de pronto ha vuelto a ese lugar corto del tactismo y deja las batallas estratégicas.
La difusión de una retahíla de supuestos audios en los que, en apariencia, funcionarios máximos del JNE habían sido sobornados por un aliado de Castillo y las declaraciones de este mismo ex alfil y proveedor del gobierno sobre una posible conspiración liderada por Pedro Castillo para organizar un gran fraude electoral, motivaron que la oposición deje lo esencial para irse por las ramas de nuevo, como se dice.
No obstante que los audios y las denuncias periodísticas no han sido confirmados, y no se ha mostrado evidencia segura de un fraude, de pronto en la oposición en el Congreso empezaron otra vez, por enésima vez, a desarrollar la idea de una nueva vacancia en base a todo lo anterior.
Para el suscrito es casi un hecho la existencia de irregularidades en las elecciones presidenciales pasadas. Sin embargo, ese es un capítulo por revisar en el futuro. Hoy la oposición en el Congreso, en lugar de centrarse en presentar otra vacancia contra Castillo y desarrollar otra vez una estrategia “vacadora”, debería enfocarse en atender las demandas urgentes del Perú popular que ha sido abandonado y está en la orfandad absoluta. Asimismo, debería comenzar a dar batallas importantes; por ejemplo, la revisión de la Junta Nacional de Justicia y las irregularidades que existirían sobre la designación de altos magistrados.
La elección del nuevo TC y el archivamiento del proyecto de ley de la Asamblea Constituyente señalan el camino que debe seguir el Congreso. La batalla contra el proyecto del ala dura cerronista debe hacerse para desmontar todo el aparato que soporta la narrativa y la componenda organizada por la izquierda y progresismo, que han llevado a tal deterioro de la institucionalidad en el país.
Por ello, la oposición en el Congreso debería organizar una resistencia propositiva, lejos de los fuegos de artificio que podrían publicarse desde un sector del periodismo contra un Castillo que utiliza estas denuncias para quedarse en el lugar donde está, y las aprovecha muy bien. Seamos honestos, estas denuncias blindan más a la administración Castillo. El Congreso está desconcertado una vez más porque no ha entendido que la batalla ideológica contra el proyecto cerronista debe ir a lo medular, a las instituciones, y a atender los reclamos de un Perú popular abandonado por el “gobierno del pueblo”
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