Darío Enríquez

La miseria: el ineludible destino del socialismo

Los espacios y tiempos de la historia son contundentes

La miseria: el ineludible destino del socialismo
Darío Enríquez
13 de julio del 2021


Han pasado más de 30 años desde la caída del Muro de Berlín y el colapso, por implosión, del falso paraíso socialista soviético. Un nuevo hito libertario marca una vez más el inevitable destino de miseria, muerte y opresión de otra utopía socialista cuando se hace dolorosa, triste y sufriente realidad: 11 de julio de 2021, estallido del movimiento ciudadano que diera inicio a la caída de la tiranía que por más de seis décadas sometió a Cuba. Se propagarán aires de libertad en toda nuestra América, hoy víctima de la perniciosa influencia "revolucionaria" de la Cuba tiránica. 

La generación peruana de los sesenta en el siglo XX vivió con entusiasmo la impronta castrista guevarista como una utopía que marcaría a muchos de ellos para siempre, con la emotividad de una falsa gesta revolucionaria y la irracionalidad de santificar al socialismo "sin calco ni copia" que promovieran temerariamente José Carlos Mariátegui y otros cómplices. Si observamos los resultados, las más diversas experiencias socialistas "revolucionarias" en el mundo terminan siempre igual, como calco y copia de las otras: un estruendoso fracaso. En todos los continentes, bajo múltiples formas, en todas las culturas. Ni los laboriosos, metódicos y disciplinados alemanes fueron capaces de hacer funcionar el socialismo real. 

Recuerdo al gran Luis Felipe Angell "Sofocleto" hablando de Cuba. Él confesaba haber sido parte de esos jóvenes emocionados con Fidel, el Che y la revolución en los años sesenta. Treinta años después llegó a esta amarga reflexión: "La revolución de Fidel y el Che rescató la dignidad de Cuba, pues la isla en 1959 era el prostíbulo de Estados Unidos; hoy se ha convertido en el prostíbulo del mundo".

Ante la contundencia de la ola de protestas populares en las principales urbes de la isla, ha surgido nuevamente esa necia idea que circula en las redes sociales con el cuento de siempre, de que el problema es que "Cuba nunca fue un país socialista" ¿Se puede ser más necio al abordar el problema cubano? Claro que sí. Otros se siguen aferrando al famoso estribillo de que "el bloqueo comercial de Estados Unidos contra Cuba impide el éxito de la revolución". Eso es más que necio.

Como en la escena aquella de "Twelve angry men (doce hombres en pugna)", vamos a explicarlo como a un niño de seis años. El "bloqueo" es en verdad un embargo comercial decretado unilateralmente por el gobierno de Estados Unidos. Esto impide negocios entre Estados Unidos y Cuba. Se estableció como sanción al gobierno comunista cubano debido a que confiscó bienes que eran propiedad de ciudadanos norteamericanos. Fue un robo redondo porque no hubo pago alguno a los legítimos propietarios. Si el gobierno cubano pagara un justiprecio o devolviera esas propiedades, el embargo comercial se levanta. Pero embargo no impide que Cuba tenga comercio con cualquier otro país. Fácil.

Además, el embargo comercial tiene excepciones "humanitarias": gran parte de la proteína animal (pollo) que consume la población cubana se produce en Estados Unidos. Y también casi todos los antibióticos en el sistema de salud cubano son productos estadounidenses. Solo para mencionar dos de una innumerable lista de excepciones.

Desde Cuba y Venezuela se sostiene financiera e ideológicamente una "lucha" contra el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), con las tristemente célebres "Casas del Alba" (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). El ALCA favorece el comercio con Estados Unidos; es decir, todo lo contrario a lo que significa un embargo comercial ¿Por qué Cuba reclama acceso a libre comercio con Estados Unidos y acusa al bloqueo (embargo) de impedirlo, siendo que al mismo tiempo Cuba "recomienda" a otros países de América no tener tratados de libre comercio con Estados Unidos?

A estas alturas de la historia, es penoso que haya necesidad de revisar los errores y los horrores de la tiranía comunista en Cuba. Peor aún, que haya quienes tengan como modelo el desastre del socialismo castrista guevarista. Es cierto que siempre habrá cosas que rescatar. Se habla mucho de que el pueblo cubano está alfabetizado al 100% hace mucho tiempo, y que fue un gran logro. Cierto. Pero es tristísimo que al mismo tiempo, ellos solo lean aquellos textos que el partido único en el poder autorice; o que solo se permita escribir lo que ese mismo poder central admite, previa censura. El lacerante y vil "patria o muerte" será desplazado por el jubiloso y noble: "patria y vida". Quienes piensen diferente tendrán pleno derecho, y nadie más será apostillado como "gusano" por no alinearse con una tiranía que muy pronto será lanzada al basurero de la historia.

¿Cómo se explica que un gobierno como el de Cuba le "declare la guerra civil" a sus propios ciudadanos? El mensaje a la nación del presidente Díaz-Canel fue espeluznante. Sepamos de una vez por todas que nada valen las "buenas intenciones" ni las falsas promesas de paraísos en la Tierra, pues la realidad del socialismo nos lleva a odio, opresión y sangre inocente derramada. Más de 150 millones de muertos detrás de esta absurda utopía, y se siguen sumando. Pero no se trata de 150 millones de muertos en guerras externas o guerras civiles, sino de ciudadanos indefensos y desarmados, asesinados por su propio Estado "revolucionario", por el simple hecho de pensar distinto y protestar alzando la voz con el grito ¡libertad!

Darío Enríquez
13 de julio del 2021

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