Iván Arenas
La minería peruana pasa vergüenza en Davos
El polémico discurso de la vicepresidenta Dina Boluarte

Dina Boluarte, vicepresidenta de la República y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, está en Davos participando en el Foro Económico Mundial. En su discurso en ese evento acusó a las empresas mineras que operan en el Perú de contaminar el medio ambiente, ríos, pastizales, lagunas, entre otros. Un suceso que, sin duda, es la cereza de la torta que la administración Castillo le coloca al sector minero, que es el que salva la economía nacional.
No obstante que toda la minería peruana pasa vergüenza con semejante representación y que la reputación del Perú como país atractivo para las inversiones mineras se sumerja en el subsuelo, el tema aquí es otro: a la administración Castillo no le interesa en absoluto un sector tan estratégico como la minería moderna.
Antes de desarrollar la idea anterior vale decir que la temeridad de Dina Boluarte para hablar de la minería moderna del Perú no deja de sorprendernos. Ella no parece tener una mínima idea del impacto en la economía de la minería.
Ahora bien, si decimos que a Castillo no le interesa en absoluto el presente y futuro de la minería peruana es por maltrato constante de su administración a este sector. Los conflictos sociales alrededor de la minería están haciendo inviables operaciones y proyectos trascendentales. Por ejemplo, Las Bambas, que representa alrededor del 1% del PBI, está paralizado, como antes lo estuvo Cuajone, en Moquegua.
Toda la conflictividad social, en ascenso desde la llegada de Castillo a Palacio, se debe a una sola razón: las promesas de nacionalizaciones y estatizaciones durante su campaña electoral. Castillo prometía sovietizar la minería peruana. Incluso hasta hoy militantes del partido de gobierno, Perú Libre, azuzan las protestas contra las operaciones mineras, como en Fuerabamba y Challhuahuacho y en toda la zona llamada corredor vial del sur, donde se ubican las principales operaciones mineras.
Semanas atrás, en un índice de internacional competitividad, el Perú descendió varios lugares como país atractivo para las inversiones. Además de ello se supo que quedamos afuera de la iniciativa global para la Transparencia en las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés), luego de no haber brindado información clave sobre las actividades de nuestras industrias.
Que Boluarte haya sido enviada a Davos solo significa que la minería moderna, tal como está diseñada –con inversión privada, con mercados internacionales– no le interesa en absoluto a este gobierno que dice ser “del pueblo”.
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