Iván Arenas
La minería moderna y la batalla por el relato
La izquierda en el Ejecutivo es presa hoy de sus propios relatos

Tras los sucesos de las últimas semanas, surge inevitablemente una reflexión sobre la gestión de Pedro Castillo al frente del Gobierno con respecto a la minería. Esta reflexión es que el propio Gobierno ha permitido –y permite– que se desate una guerra total contra la minería moderna en el Perú, y que ya amenaza su existencia. Pero, estimado lector, en esta columna no hablaremos de datos o números, sino de ideas y acciones.
En ese sentido, no es de ninguna manera una casualidad que en este Gobierno de izquierda la minería moderna haya sido atacada, bloqueada largamente y sus campamentos cerrados o incendiados. De hecho el problema surge mucho tiempo atrás, muchos años diría, cuando algunos sectores políticos de izquierda y sus agrupaciones políticas vestidas de oenegés empezaron a desarrollar y organizar relatos contra la minería moderna. Narrativas, que aunque son falsas, son potentes y son el argumento principal para la batalla discursiva en todos los espacios y trincheras.
Así, cuando nos enteramos que la primera ministra Mirtha Vásquez invoca a los dirigentes del Fudich Chumbivilcas (asesorados por abogados y organizaciones no gubernamentales) que han bloqueado durante más de 30 días el corredor vial sur a desistir de sus acciones violentas, solo nos quedó sonreír, porque ella misma fue la que dirigió y ejecutó uno de los bulos mejor logrados contra la minería moderna, cuando presentó en Cajamarca a una campesina “resistiendo” frente al “abuso” de una empresa minera que pretendía desarrollar un proyecto minero: Conga, que hoy está muerto y que podría haber representado un motor antipobreza en la Cajamarca pobre y rural de estos días.
Algunos sectores políticos e ideológicos han matado el dato para siempre. Solo les interesa el relato. Lamentablemente casi todo en la minería moderna son cifras, son datos, son números. Uno de estos relatos asegura que la minería moderna en el Perú no paga impuestos, no tributa, “saquean nuestro recursos”; no obstante, el dato, las cifras demuestran todo lo contrario. De hecho la carga tributaria en el Perú es mayor que en otros países mineros, y su contribución al erario nacional supera a la de todos los sectores productivos.
Otro de estos relatos asegura que la minería moderna afecta las aguas para el consumo humano y para la agricultura, sobre todo rural. Y otro de estos relatos potentes, poderosos, también asegura que la minería moderna deja “solo pobreza y desigualdad”, a pesar de que hoy existe una clase media alrededor de la minería en el corredor minero del sur. Hay comuneros que hoy son empresarios proveedores; pero de manera increíble protestan contra la minería moderna, contra la propia empresa que les factura sus servicios.
¿Qué va a hacer una ministra de izquierda como Mirtha Vásquez con las comunidades de Chumbivilcas? ¿Desdecirse de todo lo que antaño aseguró? ¿Decirles que la narrativa que ella ayudó a fabricar y expandirse es solo eso, narrativa? ¿Decir que sin Las Bambas no habría la Apurímac moderna, una región donde se expande la clase media, cuando solo hace 15 años en Fuerabamba había trueque? ¡Imposible! La izquierda en el Ejecutivo es presa hoy de todos los relatos que desarrolló contra la minería moderna.
Estos son tiempos distintos, y es altamente probable que los que vengan sean tan conflictivos y aun más. Quienes admiramos y promovemos la minería moderna, la minería que es el pan del Perú, debemos –de una vez por todas– entender que ya no hay vuelta atrás. Es más, diría que hasta existen las condiciones objetivas para “nacionalizar” o “estatizar” empresas mineras; algo que, al fin y al cabo, fue la promesa de Castillo y Cerrón durante toda su campaña.
Pero en este intento de despertar más rápido ante el actual contexto, sumamente complejo, quienes apreciamos las bondades de la riqueza minera, debemos entender que si el dato no se conecta con el relato es altamente probable que perdamos todo, todo. Si no desarrollamos una batalla por el relato sobre la enorme contribución de la minería moderna y nos dedicamos a difundir datos y cifras, vamos a perder la minería moderna, vamos a perder el Perú.
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