La izquierda da la línea, algunos liberales la siguen

Cuesta creer que algunos conspicuos y cultos “liberales” promuevan una marcha que, a todas luces, también es alentada por diversas facciones de izquierda; entre ellas la del maoísmo extremo, que bebe aun del pensamiento Gonzalo. Consta entonces la enorme inocencia de esos liberales que juegan a la oposición contra un Gobierno débil, bajo los cálculos estratégicos de una izquierda que no quiere sacar a Dina sino una Constituyente, así ella esté en la presidencia. 

Estos liberales se han confundido porque no sólo es inimaginable que desfilen codo a codo con el maoísmo y las izquierdas de todos los colores, sino también porque utilizan las falsas banderas de la ética, la moral y la defensa de los derechos humanos. El problema es mayor porque estos liberales cultos esconden en realidad su aversión al fujimorismo que hoy, según ellos, está representado por Dina Boluarte con sus aliados en el Congreso, Fuerza Popular en primer lugar.

Cabe recordar que estos liberales son los mismos que votaron por Pedro Castillo y, por ende, son responsables directos del Gobierno de Castillo. Y hoy, cual Pilatos, se lavan las manos. El problema además es que se sabía exactamente que Castillo nos conduciría a la lona de la Constituyente; sin embargo, con la soberbia del leído, apostaron por el chotano y, con risita en ristre, se burlaron de quienes advertían que sería peor un comunista por conocer que un fujimorista conocido.

Ahora, estos mismos liberales animan a las protestas que van a devenir en violentas claro está, como antaño lo hicieron en las elecciones. Así es como llegaremos al 2026, con un país fracturado por el fujimorismo y el antifujimorismo, en el que los liberales cultos serán nuevamente las patentes de corso, porque pueden elegir al peor de todos los presidentes, y al final nunca tienen la culpa.