José Artigas, el republicano

José Artigas (1764-1850) tuvo una larga vida y una actuación pública breve e intensa. Entre 1811 y 1820 condujo la revolución en la entonces Provincia Oriental, protagonizó victorias y derrotas militares y se marchó al Paraguay, donde vivió 30 años aislado y solitario. Pese a la brevedad de su liderazgo, tuvo un gran triunfo político y ha dejado huellas imborrables en la formación de Uruguay y en su vocación democrática.

Con más influencia de la revolución americana que de la francesa, Artigas concibió una confederación de provincias para el conjunto de naciones que asomaba a la vida independiente en la región platense. Había circulado desde 1811, en la traducción de García de Sena, el libro de Thomas Paine “La independencia de la Costa Firme”. Artigas y otros protagonistas de ese tiempo forjaron sus concepciones geopolíticas en esa fuente, así como también en la Constitución del Estado de Massachussets. La plena libertad de las personas y la soberanía de los pueblos fueron los principios fundacionales.

El principal documento político de esa época, las “Instrucciones del año XIII”, el mandato que llevaron los diputados de la Provincia Oriental a la Asamblea Nacional General Constituyente de 1813 de las Provincias Unidas del Río de la Plata, está orientado a consagrar la libertad, la república y la confederación. El documento reclama en su primer artículo la independencia total de las Provincias. Independencia sin matices ni concesiones, descartando de plano cualquier solución de tono realista. En segundo lugar, define la estructura del Estado con un claro propósito republicano y prevé que tanto los gobiernos de las provincias como el de la Confederación que se proponía conformar, se dividirán en poder legislativo, ejecutivo y judicial, los que jamás podrán estar unidos entre sí, siendo independientes en sus facultades.

Las Instrucciones establecen que no se admitirá “otro sistema que el de la Confederación para el pacto recíproco con las provincias que formen nuestro Estado”. Asimismo, se defiende la libertad completa. Las Instrucciones indican que la Confederación promoverá “la libertad civil y religiosa en toda su acepción imaginable” y que “el despotismo militar será precisamente aniquilado con trabas constitucionales que aseguren inviolable la soberanía de los pueblos”. Pocas veces se definió la vigencia de las libertades en forma tan precisa y contundente.

La Confederación no prosperó –como tampoco la Gran Colombia bolivariana– pero las ideas en torno a la libertad hicieron huella. Esa prédica ubicó a Artigas como el más republicano de los héroes americanos, como lo describió el notable escritor uruguayo José Enrique Rodó. El autor de “Ariel” hizo, en su libro “El Mirador de Próspero”, una estupenda semblanza de Bolívar, elogiando su carácter y su grandeza. Pero en ese escrito Rodó introduce unos párrafos dedicados a Artigas, que son muy elocuentes. Reproducimos esas expresiones.

“El régimen del consulado vitalicio, que Bolívar preconizaba, no podía resolver ni el problema de la confederación de estos pueblos ni el de su organización interior. Era un desvirtuado simulacro de república; pero en este punto debe decirse que, si Bolívar no llegó a la aceptación franca y cabal del sistema republicano, con su esencialísimo resorte de la renovación del cargo supremo, sostuvo siempre el principio republicano en oposición a la monarquía…La república íntegra y pura tuvo en la América revolucionaria, y desde el primer momento de la revolución, un partidario fidelísimo y un mantenedor armado: nada más que uno y ese fue Artigas; pero aún no se sabe bien, fuera del pueblo que vela dentro de su alma esa tradición gloriosa, porque acontece que algunos de los aspectos más interesantes o reveladores de la revolución del Río de la Plata o no están escritos o no están propagados…..Una fundamental revisión de valores es tarea que empieza en la historia de esta parte del Sur y cuando esa revisión se haya hecho, mientras pasarán a segundo plano figuras pálidas y mediocres, se agigantará, como figura de América, la del caudillo con garra leonina que en 1813 levantaba, por bandera de organización, íntegra y claramente definido el sistema republicano, que Bolívar opuso luego, aunque en menos genuina forma, al programa monárquico de San Martín”.

Para contribuir a la divulgación de esta gesta, la Embajada de Uruguay en Perú organiza una conferencia de la historiadora uruguaya Ana Ribeiro, actualmente viceministra de Educación y Cultura. Ribeiro es autora de libros fundamentales y una de las principales investigadoras del artiguismo. La disertación será el miércoles 25 de octubre a las 7 en el Salón Consistorial de la Alcaldía de Miraflores.

Luis Hierro López

(Embajador de la República del Uruguay)