Interpretar la realidad

 

Efectivamente, en el mundo siempre ha habido visiones distintas para interpretar la realidad. No obstante, el registro histórico ha demostrado que los períodos de mayor gobernanza son aquellos en los que una visión demostró que fue capaz de organizar el aparato del Estado en torno a ella. En consecuencia, la estabilidad política generada fue el principal motor del desarrollo.

Más allá de los particulares puntos de vista, lo cierto es que las visiones dicen tener por objetivo general la mejora de la calidad de vida de las personas. Subsecuentemente, se espera que las decisiones de política gubernamental opten por aquellas medidas que ya han demostrado ser eficientes y que aportan decididamente al objetivo.

En el caso peruano, se espera que la renovación del gabinete ministerial brinde un pronto impulso a la dinámica económica para generar empleo, que es el principal indicador de bienestar de las familias.  En el período comprendido entre febrero de 2018 y enero de 2019, para Lima y el Perú, en el caso del empleo urbano la variación ha sido de 0.29% y 0.27%. Es decir, estas cifras bien podrían formar parte de lo que se denomina error estadístico y haber sido, incluso, negativas (Fuente: Avance Coyuntural del INEI de enero 2019).

Si la oferta de empleo está prácticamente estancada y, en simultáneo, aumenta la demanda de empleo, lo que ocurre es que los salarios no suben y, por el contrario, tenderán a disminuir. Menores salarios generan desazón en la opinión pública y se configura un escenario en el que la ciudadanía menos ilustrada suele optar por un personaje mesiánico que ofrezca “reformas profundas”, que terminan siendo un gran fracaso en lo económico, en lo social y, por consiguiente, en el ámbito político.

¿Qué le otorga sostenibilidad a los procesos democráticos? La disposición de colaboración de la clase política con quienes ejercen democráticamente el poder. Por el contrario, la agitación permanente y la confrontación estéril terminan por destruir las democracias y abrir las puertas a las autocracias.

La democracia debe ser eficiente para ganar legitimidad social sin recurrir al efímero respaldo que brinda el populismo. En consecuencia, la democracia también implica tomar decisiones a veces impopulares en el corto plazo, pero de alto rédito político en el mediano y largo plazo. Las decisiones adecuadas aportan a la sostenibilidad democrática.

El segundo gabinete de la administración Vizcarra tiene que tomar decisiones para elevar los índices de competitividad en el país.  El primer paso en este objetivo es viabilizar las inversiones que propone el sector privado, porque generan riqueza que también beneficia al Estado. Además, las inversiones también favorecen a todos aquellos que, de manera directa o indirecta, participan de un conglomerado productivo.

Parte de la estrategia de competitividad nacional es lo que erróneamente se ha denominado “flexibilidad laboral”. Tengamos en cuenta que la rigidez laboral no genera empleo, y el objetivo central debe ser generar empleo.  Si la administración Del Solar apuesta decididamente por respaldar la inversión, la dinámica económica empezará a incorporar más trabajadores. En adelante dependerá de la estrategia de formalización del empleo que se desee ejecutar.  Al respecto, varios economistas han propuesto que dos puntos porcentuales del IGV deben destinarse a una libreta de capitalización personal que pueda ser empleada para la adquisición de una única vivienda, costear un seguro de vida o la pensión de jubilación del informal, que consume y tributa de manera indirecta.

Decisiones de administración tributaria de este tipo harán que no se requiera tantos fiscalizadores de la SUNAT, porque en adelante todo ciudadano estará interesado en que su fondo de capitalización se incremente. Por ello, solicitará la emisión de una boleta de venta donde se consigne su documento de identidad.  Inversión, empleo, competitividad, ahorro y formalización.