Intensamente 2: una pubertad light

Pixar vuelve a explorar la mente de Riley, la niña protagonista de Intensamente (2015), pero esta vez con la mirada puesta en la pubertad, una etapa de profundos cambios emocionales. A primera vista, esta secuela, Intensamente 2 (2024), parece tener todo lo necesario para continuar con el éxito de su predecesora: personajes entrañables, una animación vibrante, y la promesa de abordar temas de gran relevancia. Sin embargo, en lugar de profundizar en los aspectos más complejos de la adolescencia, la película parece haberse quedado con lo más superficial.

La trama gira en torno a la búsqueda de aceptación social y popularidad en la escuela; temas que, si bien son relevantes, ya han sido tratados en innumerables películas dirigidas al mismo público. La originalidad de la primera Intensamente radicaba en su capacidad de representar visual y emocionalmente el funcionamiento interno de la mente de una niña que lidia con cambios personales y familiares. Pero esta secuela parece conformarse con seguir un camino trillado, centrando la narrativa en la presión social y el deseo de encajar. Y no se dice nada nuevo ni particularmente interesante sobre la lucha por la aceptación social en la adolescencia; la película solo se limita a repetir viejos clichés que el cine ya ha usado hasta la saciedad.

Una de las primeras cosas que llama la atención es la ausencia del tema de la sexualidad, que es inherente a la pubertad. Mientras que la película aborda emociones como la Ansiedad (nueva emoción en el "cuartel general" de Riley, con una excelente interpretación vocal de Maya Hawke), evita cualquier mención de un aspecto crucial del desarrollo adolescente. En esta etapa, las emociones relacionadas con la sexualidad comienzan a surgir, y no es un tema menor en la vida de un adolescente. Sin embargo, Intensamente 2 lo omite deliberadamente, lo que hace que su tratamiento de la pubertad resulte incompleto.

La omisión de la sexualidad refleja, en parte, la intención de Pixar que sea una película familiar, dirigida a un público de todas las edades. Sin embargo, en ese afán de hacerla apta para niños, la película sacrifica la autenticidad de su temática, y no logra adentrarse en los aspectos más reales y complejos de la pubertad. Esto hace que Intensamente 2 nos presente una versión suavizada, muy básica y poco arriesgada de la adolescencia, al punto que más parece un video educativo dirigido a un público infantil que una verdadera exploración de esta tumultuosa fase de la vida.

Este enfoque limitado resalta aún más cuando se compara con otras películas animadas que han abordado la adolescencia de manera más honesta. Filmes como Red (2022), también de Pixar, se atrevieron a tocar temas difíciles como la menstruación y las relaciones con la familia, mientras que Intensamente 2 parece conformarse con tratar únicamente la ansiedad social y las emociones más genéricas, lo cual resulta un retroceso en comparación con su predecesora.

En términos de humor, la película también ha perdido bastante en comparación con la primera entrega. Tiene algunos momentos divertidos, pero la chispa creativa parece haberse diluido. Los chistes, aunque efectivos en ciertos momentos, no logran mantener el mismo nivel de ingenio o frescura. Incluso los momentos más dramáticos se sienten menos auténticos y más predecibles, como si la película estuviera siguiendo una fórmula ya establecida, sin correr riesgos ni explorar nuevas ideas.

No obstante lo señalado, la película sigue siendo visualmente atractiva, algo a lo que Pixar nos tiene acostumbrados. La animación es, sin duda, uno de los puntos fuertes de esta secuela. El diseño de las emociones es vibrante y está lleno de detalles imaginativos, y el interior de la mente de Riley sigue siendo un espacio visualmente fascinante. Sin embargo, como ocurre en muchas películas, una animación estéticamente impecable no puede compensar las deficiencias narrativas.

Intensamente 2 se puede ver desde el 25 de setiembre en Disney+