Inteligencia artificial y derechos de autor

El uso de la Inteligencia Artificial nos llena de asombro y fascinación que van hacia más porque la investigación para su desarrollo no se detiene; aunque la gran cantidad de contenidos de Internet que se usan para su entrenamiento ponen a prueba los límites de los consagrados derechos de autor. Sucede porque la IA puede producir textos e imágenes cómo lo hacen los humanos. Ahora los medios de comunicación se han rebelado. El muy importante New York Times ha demandado a OpenAI y a Microsoft por infracción de derechos de autor, ya que el ChatGPT entrega respuestas basadas en sus artículos.

No parece justo que el ChatGPT de OpenAI y Bing Chat de Microsoft, produzcan contenidos casi idénticos a los artículos del Times. Esto permite a las empresas "aprovechar la enorme inversión del Times en su periodismo, usándolo para crear productos sustitutos sin permiso ni pago". Otros medios de comunicación se han sumado con demandas propias, lo que hace indispensable trazar límites legales. Sobre todo porque los datos son cruciales para el entrenamiento y el desarrollo de tecnologías generativas de IA y para los modelos de negocio de las grandes tecnológicas.

Como señala Eduardo Moreno, la consideración central es la doctrina del “uso justo” en la ley de propiedad intelectual, que permite a los creadores aprovechar el trabajo protegido por derechos de autor, pero quienes lo hacen deben demostrar que transformaron sustancialmente el contenido y no compiten en el mismo mercado como sustituto del trabajo del creador original(*). Los tribunales no han dado todavía respuestas a estos problemas. Las demandas se encuentran en las primeras etapas de litigio y podría pasar mucho tiempo antes que un Tribunal se pronuncie definitivamente. 

El Times afirma en su demanda que mantuvo conversaciones con Microsoft y OpenAI para resolver el tema, posiblemente incluyendo una licencia. Una vía que puede funcionar como ha sucedido con Associated Press, Politico y Business Insider, que llegaron a acuerdos de licencia de datos con OpenAI . Y qué bien que haya sido así porque la colisión entre la inteligencia artificial y derechos de autor es tan compleja que plantea desafíos y consideraciones legales y éticas por la generación automática de contenidos que pueden ser originales, como música, texto, imágenes y videos.

Sabemos que la IA se entrena con conjuntos de datos que pueden contener material protegido por derechos de autor. Debido a la proliferación de contenidos generados automáticamente, es difícil determinar el autor original de una obra y otorgarle el reconocimiento que corresponde, lo cual afecta los derechos de los creadores originales y complica la aplicación de los derechos de autor. En resumen, la creciente influencia de la inteligencia artificial plantea desafíos enormes. Abordarlos requerirá del equilibrio entre la protección de los derechos de los creadores y el fomento de la innovación y el desarrollo de la IA.

Y por supuesto existen vías de reclamación cuando estos derechos son vulnerados. Según las circunstancias específicas y las leyes en su jurisdicción se puede reclamar ante la empresa o entidad responsable y solicitar la eliminación del contenido infractor, buscar una compensación por daños y perjuicios, o negociar un acuerdo para el uso legítimo del contenido. También notificar la infracción a las plataformas o proveedores de servicio en línea, como redes sociales, sitios web de alojamiento de contenido o servicios de transmisión. Las plataformas tienen procedimientos establecidos para manejar estos reclamos y pueden eliminar el contenido infractor.

Y existen también las acciones legales contra los responsables de la vulneración, a través de una demanda por infracción de derechos de autor buscando una orden judicial para detener la infracción y obtener la compensación. Las acciones pueden variar por la naturaleza y la gravedad de la infracción, y también por las diferentes leyes y políticas y por los procedimientos establecidos por las empresas y plataformas involucradas

* J. EDUARDO MORENO El auge de la IA provoca una prueba de la ley de derechos de autor. The New York Times. 30 de diciembre de 2023