Alejandro Arestegui

Impotencia frente a los ataques aéreos

Sobre la ineficacia de los sistemas antiaéreos en el conflicto Israel-Irán

Impotencia frente a los ataques aéreos
Alejandro Arestegui
20 de junio del 2025


Esta semana nos ha sorprendido de sobremanera con un repentino ataque de Israel sobre Irán. Los temores se hicieron ciertos y mediante la operación “Operación León Naciente” las fuerzas armadas de Israel han realizado ataques contra infraestructura del régimen iraní. Supuestamente el objetivo de esta operación es impedir que la teocrática Irán pueda fabricar bombas nucleares y demás armas de destrucción masiva. Obviamente Irán no se ha quedado de brazos cruzados emprendido mediante la operación “Operación Promesa Verdadera III” una serie de ataques con misiles contra las ciudades israelíes. Esta columna no va a tratar acerca de qué bando tiene la razón, sobre la probable futura bomba nuclear de Irán o especular de cuáles serán los siguientes movimientos de los países beligerantes y sus aliados. Aquí lo que vamos a exponer es la seria preocupación que causa la deficiente defensa antiaérea de ambos países frente a los ataques de su adversario.

Lo preocupante en este escenario bélico es que las defensas antiaéreas han demostrado su inoperancia y falta de fiabilidad protegiendo su territorio. En el caso de Irán, desde el pasado viernes 13 han sufrido ataques aéreos por parte de la aviación israelí, la cual ha utilizado bombas pesadas y misiles guiados para destruir infraestructura clave. No solamente plantas nucleares y algunas refinerías; sino también bases aéreas, radares, cuarteles y edificios gubernamentales de diverso tipo. Numerosos lugares de la capital Teherán han sido atacados, y las defensas iraníes poco o nada han podido hacer ante la superioridad aérea de los modernos cazas israelíes. Teóricamente, Irán contaba con un sistema de misiles antiaéreos S-300 y Pantsir de fabricación rusa, a esto sumado misiles antiaéreos de fabricación local.

Según fuentes militares israelíes casi todos los sitios de misiles antiaéreos iraníes han sido neutralizados, por lo que Irán está haciendo uso extensivo de baterías antiaéreas que constan básicamente de cañones y misiles SAM de corto y mediano alcance, que no pueden hacer nada para repeler a los aviones de guerra israelíes, limitándose a tratar de derribar a los drones de ataque. Una clara señal de la falla del sistema antiaéreo iraní ha sido la completa destrucción del edificio central de la guardia revolucionaria, así como la destrucción de la sede de la televisión estatal iraní en plena transmisión. En caso de que el régimen teocrático iraní sobreviva a esta guerra, deberían empezar a analizar las numerosas fallas de su sistema de protección frente a amenazas externas. Incluso se dice que hay agentes del servicio secreto israelí Mossad operando dentro del territorio iraní, lo que demuestra aún más las fallas del sistema de seguridad interna. Aunado a esto, a pesar de que los ataques israelíes han sido en contra de objetivos muy específicos de índole militar, eso no ha impedido que mueran numerosos civiles iraníes inocentes fruto de los bombardeos.

En el caso de Israel la situación tampoco mejora. Desde hace algunos años el estado hebreo ha invertido millones de dólares para mejorar su sistema de defensa antiaérea. Ya para la segunda década de este siglo Israel contaba tanto con su sistema “cúpula de hierro”, la cual consta en pequeños misiles encargados de neutralizar objetivos de corto y mediano alcance como cohetes, drones y misiles caseros. Para amenazas mucho más grandes e importantes Israel cuenta con el sistema de misiles antiaéreos Arrow y Patriot de fabricación estadounidense. Estos últimos son sistemas antimisiles muy costosos que supuestamente tenían una infalibilidad muy alta y una sofisticación al momento de detectar, perseguir y neutralizar misiles balísticos de largo alcance. Estos misiles balísticos de largo alcance son los que ha utilizado Irán en los últimos días para atacar ciudades israelíes.

A pesar de que los vídeos muestran que muchos de estos misiles han sido neutralizados con eficacia, muchos de ellos han terminado impactando en suelo israelí. Numerosas infraestructuras sobre todo edificios y bloques de apartamentos han sido dañados gravemente, algunas estructuras gubernamentales también han sido dañadas. Sin embargo, la clara muestra de ineficacia se pudo observar en la mañana de este jueves 19, cuando misiles iraníes impactaron de lleno en el hospital de Soroka (el más grande del sur de Israel) y otros impactos dañaron gravemente el edificio de la bolsa de valores de Tel Aviv. De acuerdo a informes de expertos militares que brindaron a la cadena NBC, los sistemas de defensa de Israel le cuestan al gobierno de Benjamín Netanyahu un aproximado de 250 millones de USD al día.

Paralelamente a ello, sus mejores sistemas antimisiles diseñados para contrarrestar a los proyectiles iraníes más poderosos se están agotando. A esto se suma que tras el ataque iraní del 19 de junio el sistema antiaéreo israelí bajó a una eficacia de tan solo 65% de eficacia la interceptación de los proyectiles y drones iraníes, a comparación del casi 90% que había alcanzado días anteriores. Para colmo de los males, el gobierno de Irán ha prometido represalias severas contra el régimen hebreo, prometiendo utilizar lo más nuevo de sus arsenales balísticos, los cuales nunca antes se habían visto ni mucho menos empleado en combate, por lo que habría muy pocas formas de contrarrestarlos.

A pesar de que la aviación israelí ha estado bombardeando constantemente silos de misiles y destruido plataformas de lanzamiento, gran parte de la capacidad balística iraní se mantiene intacta. Esto se debe a diversos motivos, como el gigantesco territorio iraní, el uso de almacenes subterráneos a prueba de bombas, el traslado de numerosas plataformas de lanzamiento al este (donde los aviones israelíes no tienen alcance suficiente para neutralizarlos) entre otros. Tras el ataque del jueves, ya son más de una treintena de muertos y cientos de heridos en Israel, la cifra podría aumentar considerablemente los próximos días, por ello lo más probable es que el gobierno de Netanyahu pida ayuda a sus aliados occidentales para ayudar a derribar con más frecuencia los proyectiles iraníes, muchos de los cuales siguen impactando y causando destrucción.

Como conclusión, la industria armamentística necesita desarrollar mejores opciones para contrarrestar los ataques aéreos. Estas experiencias bélicas puedan servir para mejorar en un futuro los sistemas antiaéreos, los cuales ya han demostrado su ineficacia en la guerra de Ucrania, cuando se ha observado a drones ucranianos internarse en territorio enemigo para destruir fábricas y refinerías rusas o cuando los drones suicidas iraníes y misiles crucero rusos impactan contra las ciudades ucranianas. A pesar de que estoy en contra del desarrollo militar masivo, considero que es importante desarrollar sistemas más sofisticados y precisos de defensa antiaérea, ya que como se ha observado en las guerras de Ucrania y de medio oriente, los sistemas antiaéreos protegen a los civiles de los proyectiles. Occidente debe observar estas experiencias para tratar de mejorar sus sistemas, los cuales a pesar de ser mucho más caros que los rusos, han demostrado cierta ineficiencia al momento de ser puestos en campo. Esperemos que ambas guerras terminen lo más pronto posible y las partes lleguen a un acuerdo a fin de evitar un mayor derramamiento de sangre.

Alejandro Arestegui
20 de junio del 2025

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