Histeria e hipocresía en el bloque antivacancia

Estimado lector. Con la crisis de la política y el espacio público podemos decir que en el Perú suelen pasar cosas muy curiosas y vergonzantes. El segundo intento de vacancia al presidente Pedro Pablo Kuczynski ha dejado en claro que todo en este país es relativo, y que un tema se convierta en verdad o mentira depende de quien lo afirme. Por ejemplo, la cruzada desplegada por el Gobierno pepekausa para evitar su vacancia ha unido nada menos que a un envejecido Alberto Fujimori con un sector de medios y periodistas otrora radicales antifujimoristas. Suena a locura, pero es verdad. Hoy en el sector antivacancia es fácil encontrar a Alberto y Kenji Fujimori, a Gustavo Gorriti y Augusto Álvarez Rodrich. ¿O es mentira?

No obstante, la sorpresa no es solo la curiosa conformación del bloque antivacancia, que va desde el autoritarismo del patriarca del fujimorato, pasando por el liberal hayekiano y llega hasta la izquierda caviar, sino además la forma como se desenvuelve la coyuntura en los últimos días. ¿Por qué lo decimos? Porque en días recientes, y ante nuestras narices, el Gobierno pepekausa y sus operadores políticos y mediáticos no solo desarrollan una menuda estrategia desde los medios de comunicación, sino además vienen apelando a los más viejos recursos de la política, que hacen recordar los tiempos nefastos del montesinismo, cuando se utilizaban (compraban) medios y periodistas y se alentaba el transfuguismo de políticos opositores desde la salita del SIN. ¿Montesinismo en democracia?

En el primer capítulo de la fallida vacancia pepekausa fuimos testigos de la bochornosa manera en que el Gobierno estimuló la escisión dentro de la bancada de Fuerza Popular, aupando a Kenji Fujimori hasta los cielos en las encuestas. El analista progobiernista aplaudió la estrategia. No obstante, ¿puede ser válida la salvación pepekausa cuando destruye la institucionalidad de una bancada, como lo hizo con Fuerza Popular? Respóndase usted, estimado lector.

Ahora, en una última entrevista, el presidente PPK asegura que el “jueves le irá bien”. Y todo indica que el primer mandatario está seguro que superará la valla de la vacancia. ¿Qué significa eso? Si hoy la oposición cuenta con los votos exigidos para la vacancia (87) la única posibilidad es que algunos congresistas den marcha atrás en su decisión. ¿Se puede creer que esa presumible marcha atrás de algunos congresistas sea gratuita, justo cuando aparecen abultadas evidencias que incriminan al primer mandatario en el caso de las empresas brasileñas? ¿Acaso Montesinos no “convencía” a congresistas opositores para permitir un tercer gobierno del fujimorato? ¡Piensen aquí en Bienvenido Ramírez, congresista del bloque kenjista!

La histeria antivacancia sobrepasa los límites. Ahora el enemigo a batir ya no es Alberto Fujimori, sino Keiko Fujimori. Menudo cambio, ¿no es cierto? Ahora, la idea desarrollada por el sector antivacancia es que Keiko y Fuerza Popular despliegan una estrategia contra el Gobierno pepekausa, cuando la moción pro vacancia fue presentada ¡desde la izquierda por el Frente Amplio!

¿Se acrecentará la crisis de gobernabilidad si el jueves es vacado PPK? Nadie lo sabe. En todo caso, si la gobernabilidad está hoy en un tremendo dilema es porque desde la llamada “transición democrática” durante el Gobierno de Valentín Paniagua se intentó desarrollar la exclusión contra el fujimorismo. Quizá si Martin Vizcarra asume la presidencia se deberá intentar un nuevo Gobierno de transición, con pactos y sin exclusiones.