Iván Arenas
¡Gana las calles quien impone el discurso!
SUTEP y CGTP quieren aprovechar el descontento popular contra el Gobierno

No obstante que hay varios temas por analizar desde la sociología (lo que se hará en otro momento) todo indica que las protestas contra el Gobierno de Pedro Castillo han pasado a un punto de no retorno. En otras palabras, las protestas ya se han generalizado y la administración Castillo podría estar en el epílogo de su gestión (decimos podría, ojo). En el manual leninista se dice que un momento revolucionario existe cuando los "de arriba no puede controlar a los de abajo". El de arriba es Castillo, por supuesto.
Ahora bien, las calles en casi todo el país bullen, pero espontáneamente y, hasta ahora, sin dirección política previa. Hay una orfandad política de las protestas ciudadanas. Aunque las masas ahora no los quieren, los partidos “realmente existentes” deben dar línea, así sea de costado. No hay otra alternativa. Un detallito: el arco de la izquierda se ha quedado, hasta el momento, sin discurso en la calle y en lo social. Esa es una ventaja.
En este marco de orfandad y sin dirección de las protestas, la izquierda y sus organizaciones, como el tiburón que huele sangre en medio del mar, ha decidido reinventarse para no seguir fuera de las protestas. Quedarse out en un momento leninista, no suena lógico.
En ese sentido, tanto el SUTEP como la CGTP, las dos organizaciones sindicales (y otras más) de orientación marxista que apoyaron (críticamente según ellos, a Castillo) han empezado la estrategia de reinvención de su discurso callejero y contra el gobierno con el objetivo de dirigir las protestas ciudadanas hasta ahora huérfanas. En otras palabras, quieren dar línea al desborde social y llaman a una protesta para este jueves 7.
En una protesta masiva y sin liderazgo, de muchedumbre y violenta, está claro que los grupos organizados, por más pequeños que sean siempre ganan y terminan logrando asumir la conducción política y discursiva. Allí están las pruebas de la revolución de octubre, con Lenin y Trotsky, como contaría después Cunzio Malaparte.
En otras palabras, es necesario articular y organizar un discurso social, anti establishment, potente, radical y de oposición no comunista ni marxista. Representar discursivamente a los sectores populares y las clases medias tradicionales y emergentes que hoy sufren agotadas la gestión de la izquierda con Castillo, movilizadas en las calles.
Tanto la CGTP como el SUTEP desarrollarán un discurso no solo anti Castillo sino además anti modelo, anticapitalista, radical, por una nueva constitución y jacobina. Rafael Belaúnde dijo alguna vez que las masas se combaten con las masas, pero las masas también tienen discursos, relatos y programas, así podríamos decir que el discurso se combate con discurso.
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