Guillermo De Vivanco

Gamarra y la marcha de los ricos

Todos los peruanos queremos trabajar y salir de la pobreza

Gamarra y la marcha de los ricos
Guillermo De Vivanco
25 de marzo del 2022


Encuentro muy difícil que Pedro Castillo –que confiesa no leer diarios, ni ver televisión ni leer libros, que no sabe de historia y que posee un lamentable nivel cultural que no puede ocultar– tenga la capacidad de autocrítica o de aprendizaje. Nos equivocamos los peruanos al elegir el odio como consejero y cegarnos irresponsablemente, dándole poder a un personaje sin capacidad para gobernar. Como decía Ronald Reagan: “No existe bestia en el mundo más peligrosa que un ignorante con poder”. Conforme pasan los días, la crisis de gobernabilidad escala a pasos agigantados. La enorme irresponsabilidad de atacar la confianza en la Constitución vigente disparó el dólar, y con él la canasta familiar. Inimaginable la segunda ola de inflación que se avecina a raíz de la guerra: subida y escasez de alimentos y combustibles, y una severa crisis en la atención sanitaria. ¿Estamos preparados?

La gastada narrativa de victimización étnica, regional o económica se vio reflejada el último domingo, cuando Castillo –en su intención de desacreditar la gran marcha por la vacancia– declaró en San Juan de Lurigancho: “Hoy marchan los ricos porque se les ha quitado otra cosa, marchan los que quieren otra cosa”. Castillo está equivocado, en el Perú hay más de dos millones de pequeñas empresas y el 90% del empleo se genera en ellas (12 millones de personas ); entre ellos, más de dos millones de trabajadores independientes, tres millones dedicados a la manufactura, dos millones de pequeños agricultores etc. Solamente en el distrito de La Victoria hay más de 85,000 locales comerciales. En Gamarra hay casi 20,000 tiendas y más de 5,000 talleres, y todos quieren sobrevivir, crecer, triunfar y volverse ricos. Sí, quieren capitalizarse por su propio mérito, sin culpas ni vergüenzas. Lejos estamos de su visión de ser “peruanos oprimidos y arrastrar la ominosa cadena”. No arrastramos nada, somos emprendedores con ganas de triunfo.

He visto en la marcha por la vacancia a empresarios de Gamarra, gente de los conos y de los barrios residenciales, llegando en sus carros, en taxis o microbuses; blancos, negros, asiáticos o mestizos, como somos los peruanos de todas las sangres. Castillo dice que motivan la marcha dos razones: “porque se les ha quitado otra cosa” y “los que quieren otra cosa”. Sobre su primera premisa me parece que la interpretación más cercana de “otra cosa” se debe referir a los nuevos cajeros de la corrupción; hoy no cobra el Club de la Construcción sino Lava Jato Chino.

Y respecto a los que “marchan porque quieren otra cosa”, ¡Bingo, adivinó! Por supuesto que queremos otra cosa, infórmese. Los peruanos queremos trabajar, queremos explotar nuestras riquezas y salir de la pobreza a la que nos lleva su gobierno y la utopía comunista. Recuperar el ritmo de crecimiento ahora que pagan oro por nuestros minerales; pero sobre todo recuperar la esperanza de ser una sociedad donde se respete la ley, la institucionalidad y la democracia. Y con Ud.y su comunismo eso es imposible.

Finalmente la batalla ideológica que nos plantean los acólitos de Marx, Castro, o Chavez, es el estado omnipotente, autoritario y propietario de los medios de producción y sin libertad de prensa. Un régimen económico fracasado. A los jóvenes que no vivieron la debacle estatista del velascato les queda como remanente dos empresas públicas emblemáticas del socialismo fracasado: Sedapal y Petroperú. La primera aún incapaz de ofrecerle agua potable a diez millones de peruanos; y la segunda en peligro de quiebra luego de haberse endeudado en US$ 5,500 millones para la innecesaria refinería de Talara. Por si fuera poco, los peruanos pagamos la gasolina más cara del mundo. Pero lo más grave es la impunidad con la que el nepotismo y la corrupción han copado sus cuadros.

Es la empresa privada y los millones de peruanos trabajadores y meritocráticos los que pedimos su renuncia o la vacancia. Renuncie, Castillo, hágalo por el pueblo. O que asuman su responsabilidad histórica los congresistas e impidan que el comunismo se perpetúe en el poder.

Guillermo De Vivanco
25 de marzo del 2022

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