Guillermo De Vivanco

El Caballo de Troya

El desafío de proteger el sistema

El Caballo de Troya
Guillermo De Vivanco
10 de junio del 2025

 

La democracia está en peligro. El sistema no funciona. En el Perú, las autoridades son elegidas, lamentablemente, por mayorías de ciudadanos profundamente desinformados. ¿Cómo puede alguien sin formación cultural tener el criterio necesario para distinguir entre la verdad y la mentira? Se vota por quienes prometen satisfacer deseos personales, por ilusiones y utopías, no por planes de gobierno concretos.

Muchos votos son emocionales, impulsados por el resentimiento, y basados en una valoración mínima del candidato. Son "antivotos" que priorizan la venganza —contra Fujimori o contra el sistema— por encima de la libertad. La experiencia vivida con la elección de Pedro Castillo debe servirnos como advertencia para mitigar futuros riesgos de corte comunista. La amenaza totalitaria sigue vigente: el poder continúa en manos del “caviarismo” y de una inmensa burocracia izquierdista enemiga de la inversión privada. Esto se refleja en su preocupante infiltración en el sistema judicial y en los medios de comunicación.

La democracia se basa en la igualdad de los seres humanos; por eso, cada voto tiene el mismo valor. Es un principio difícil de cuestionar, pero en algunos contextos, como el europeo, podría estar sembrando su propia destrucción. El desbalance en la tasa de natalidad islámica frente a la europea amenaza la supervivencia de la cultura occidental, su herencia judeocristiana y los valores que representa. Durante dos mil años, Occidente enfrentó amenazas orientales en campos de batalla; hoy, la "invasión" ocurre sin armas, facilitada por una tolerancia mal entendida hacia una inmigración masiva que, en muchos casos, no busca integrarse a la cultura que la acoge. Dentro de pocos años, será la democracia —no las espadas— la que les entregue el poder.

Entonces, ¿cómo evitamos que la democracia se convierta en el arma del totalitarismo y enemiga de la propia sociedad? ¿Cómo impedir que sea usada como un Caballo de Troya, como lo hizo Perú Libre, para engañar y tomar por asalto la República?

La primera gran tarea es asegurar el control del proceso electoral y prevenir el fraude. Luego, es imprescindible exigir responsabilidad a la izquierda por el atraso y la corrupción de sus gobiernos, y no repetir errores ya conocidos. ¿Acaso no hay un consenso básico en los partidos de derecha sobre lo que no se debe hacer? ¿No se debería buscar consenso sobre los los principales proyectos de inversión que sumaban US$ 70,000 millones, como había propuesto el exministro Salardi ? ¿No debería ese acuerdo mínimo ser la base para una agenda de unidad?

En todo evento —sea deportivo, académico o político— se participa con reglas claras. La principal en el ámbito político es el respeto a los principios democráticos consagrados en la Constitución. Se elige autoridades democráticas, no a oportunistas que se aprovechan del sistema sin creer en él, con la intención de destruirlo desde adentro. Debería prohibirse cualquier intento de someter la Constitución a procesos plebiscitarios que busquen desmantelarla. No se puede usar la democracia para destruir la democracia.

La democracia es fuerte cuando goza de legitimidad, pero es débil si carece de una ciudadanía crítica, informada y comprometida.

Guillermo De Vivanco
10 de junio del 2025

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