Federico de Cárdenas, crítico y periodista

Con más de medio siglo de labor como crítico de cine, Federico de Cárdenas es toda una institución dentro del ambiente cinematográfico local y del periodismo culturaL en general. A mediados de los años sesenta con poco más de veinte años de edad, De Cárdenas (Lima, 1944) formó parte del entusiasta grupo de jóvenes cinéfilos que fundaron la mítica revista Hablemos de Cine (1965-1986), junto con Isaac León Frías, Juan M. Bullitta y Carlos Rodríguez Larraín. A ello se suma su larga trayectoria como periodista cultural, ejerciendo siempre la crítica de cine y a la vez como editor de secciones culturales y suplementos como Culturas (1988-2004), del diario La República (677 ediciones). Por ello, en el año 2015 Federico de Cárdenas fue condecorado por el Ministerio de Cultura como “Personalidad Meritoria de la Cultura”, en reconocimiento a sus 50 años de labor en esta área.

De Cárdenas hizo estudios de Derecho en la PUCP y Ciencias Sociales en San Marcos. Poco años después de iniciado su trabajo como editor de Hablemos de Cine viajó becado a Francia, para seguir estudios de filmología en París. “Fue gracias a dos becas sucesivas, que me permitieron frecuentar las cinematecas, los festivales y la incomparable cartelera parisina, como pude completar mis conocimientos del pasado y presente del cine. Me tocó vivir ahí el mayo del 68, en el que un cine político nos hizo creer que haciendo cine se podía cambiar el mundo”, recordó en un homenaje que se le hizo por los 50 años de Hablemos de cine. En esa ocasión, una de las pocas veces que De Cárdenas se animó a hablar de sí mismo en público, contó que en Europa llegó a conocer a cineastas tan importantes como Charles Chaplin, Ingmar Bergman, Luis Buñuel, John Ford, Pier Paolo Pasolini, Jean-Luc Godard y muchos otros.

A su regreso de Europa, De Cárdenas se dedicó al periodismo cultural y de opinión, primero en el diario La Prensa y después en El Observador y La República, donde permaneció por más de veinte años, hasta el final de su vida. En todos esos diarios mantuvo siempre una extensa columna semanal de crítica de cine, comentando las películas de la cartelera limeña o las que participaban en los festivales. “Son varios cientos de páginas publicadas, lo que me convierte quizás en la persona que más ha escrito sobre cine en el país”, reconoció en esa ocasión. También era colaborador en varias revistas culturales y académicas, peruanas y del extranjero, como La Gran Ilusión, Debate, Positif, y Libros & Artes. Además también era un escritor de muy buena prosa, y un narrador casi secreto, que incluso llegó a figurar entre los finalistas de la Bienal Copé.

Como colaborador del suplemento Culturas, mantuve una cordial amistad con Federico de Cárdenas, por lo que su muerte me afecta de una manera muy personal. Fue por él que comencé, apenas terminé mis estudios universitarios de Literatura, a escribir reseñas y críticas. Por cerca de diez años nos reunimos semanalmente en su casa, en Jesús María, para coordinar los artículos de la siguiente edición, y también para comentar las novedades literarias y políticas. La última vez que lo vi me obsequió su libro El cine de Francisco Lombardi. Una visión crítica del Perú (2014), en el que analiza el conjunto de la obra del cineasta peruano. Como dedicatoria escribió “Para Javier, luego de tantos años de compartir libros, aquí va uno mío…”.