Arturo Valverde

Estimado socio

Gobierno actuar como “socio” de las grandes empresas

Estimado socio
Arturo Valverde
17 de junio del 2020


Es evidente que el programa de reactivación económica impulsado desde el Gobierno ha beneficiado principalmente a las grandes empresas, con millones de soles que, supuestamente, debían servir para evitar que sus cadenas de pago se rompan y puedan preservar los puestos de cientos de trabajadores. Pero en diversos casos ha resultado todo lo contrario. Existe una ola de despidos injustificada.

El pequeño y el microempresario han sido postergados por un Gobierno que parece actuar como “socio” de la derecha o “representante” de las grandes empresas. Defendió a las AFP, intentó limitar el acceso a los fondos de pensiones de los trabajadores e impulsó una medida como la suspensión perfecta de labores. Nadie se opone a las grandes inversiones, pero se suponía que las medidas debían alcanzar o priorizar a los más vulnerables. En cambio, al pequeño emprendedor se le asfixia y al grande se le arroja un salvavidas millonario. No parece muy justo.

Se anunció la reducción de sueldos para los altos funcionarios, pero se hizo a regañadientes –sin contar que se pasaban la pelota entre ellos- y solo por un par de meses. Debería ser una reducción permanente frente a la crisis económica que casi todos vemos, menos aquellos a cargo de las finanzas del Estado. 

Y siguiendo con la gastada estrategia de culpar a los gobiernos anteriores para encubrir la falta de resultados, una vez más volvieron a culpar a la segunda gestión aprista por una resolución ministerial derogada y ratificada durante la gestión de Ollanta Humala. Además, se culpa al doctor Óscar Ugarte, de 75 años, quien no puede ni defenderse porque tiene Covid-19. De repente la comparación puede ser exagerada, pero si a Leguía le lanzaron una granada estando postrado en su cama, no debería sorprendernos estas actitudes.

Se dice que la situación del Perú es comparable a la pos guerra con Chile, en 1883. Yo siento que estos cuatro años hemos tenido un poco de todo lo malo que le puede suceder a un país como el nuestro: tuvimos un poco del Fujimori de abril de 1992 y de la interpretación auténtica, la ineficiencia humalista, mezclada con la mitomanía de Alejandro Toledo. Sin duda, el cóctel ha sido mortífero.

Arturo Valverde
17 de junio del 2020

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