Iván Arenas

¡Es la economía popular, estúpido!

Las razones del fracaso de la reciente “toma de Lima”

¡Es la economía popular, estúpido!
Iván Arenas
25 de julio del 2023


No obstante que se han escritos incontables artículos, columnas y reportajes sobre el título de la presente nota, quiero referirme ahora a la poca capacidad de convocatoria de lo que sería la toma del poder por parte de la izquierda. Una izquierda que le juró a Dina Boluarte que la defenestraría de su cargo, con el cierre del Congreso por añadidura.

Antes de continuar vale hacer la siguiente observación. Es cierto que desde el punto de vista de las condiciones materiales y objetivas no existían fortalezas para que el paro del 19 pasado sea solo otra marcha más, a pesar de que prometían traer abajo el Gobierno de Boluarte y cerrar el Congreso. 

Si bien la división eterna y facciosa de la izquierda, así como la confusión de las banderas reivindicativas y el nulo liderazgo en su seno, amén de la ideologización extrema de una protesta, lograron el fracaso de la marcha, uno de los puntos centrales fue la economía golpeada a todo nivel social. Pero sobre todo en los sectores populares, que son los más vapuleados debido a la inflación real, que se traduce en el alza del precio de los alimentos.

Ahora bien, han sido este factor estructural –es decir, la economía popular golpeada– y la extrema ideologización de la marcha los que acabaron con la ambición de la insurrección antes que naciera.

¿Qué empresario o emprendedor de los mercados populares –hay millones– dejarían sus agendas de compra y en un momento festivo –Fiestas Patrias–, en el que se abren las posibilidades de ganar aunque sea un margen básico y pequeño? ¿Qué empresario o emprendedor –ya sea transportista, comerciante o agricultor–  se atrevería a continuar una huelga indefinida si lo primero es el pan de la casa?

Aviso a navegantes. Dina Boluarte y su PCM Otárola no deben sentirse en ningún momento aliviados por la muy escasa convocatoria de una marcha donde desfiló sólo una izquierda más desunida que nunca. De acuerdo a mi aproximación, la gente común y silvestre, que no le pide un cobre al Estado, esperará al 2026 para “castigar” al establishment político que se empeña en gobernar de espaldas a un país que necesita reactivar la inversión, tanto pública como privada.

Si el Gobierno no hace reformas que logren mejorar las inversión, reducir pobreza y generar empleos, estaremos yendo apresurados al abismo. No sin subrayar que ya vamos camino hacia allá pero a pasos débiles. Así que si la izquierda el 19 pasado no ha toma del poder se debe en todo caso a que en una economía golpeada no triunfa la revolución, a que somos un país donde hay mayor crecimiento económico, que revela la existencia de desigualdades –que son consustanciales a ese mismo crecimiento–, y que son alertadas por la izquierda como fallas del “sistema económico”.

Si no hay reformas vamos en camino a una polarización de mayor intensidad que en las pasadas elecciones.

Iván Arenas
25 de julio del 2023

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