Darío Enríquez

Entre el derecho a la ofensa y el derecho a la defensa

¿Acaso un acto violento focalizado y en un ambiente controlado evita males mayores?

Entre el derecho a la ofensa y el derecho a la defensa
Darío Enríquez
29 de marzo del 2022


El #MundoPosmo que vivimos, sobrellevamos y padecemos hoy, no deja de mostrar curiosidades, paradojas y contradicciones por doquier. Fijense lo acontecido en el centro telúrico del universo mediático políticamente correcto. Nada más y nada menos que en medio del ritual más emblemático de esa posmo-religión pagana que es Hollywood. Un hecho fortuito o tal vez planeado, pero del cual perdieron control, golpea en el punto G de esa maquinaria constructivista cultural: Una dama ofendida, un caballero andante y un “estate-quieto” para “desfacer” el entuerto.

Es curioso. Muchos de quienes en redes sociales califican como “censurable acto de violencia” el “ajuste” que Will Smith le propinó a Chris Rock, al mismo tiempo creen que el sangriento y asesino escenario de un aborto provocado “es un derecho”. Así somos, así estamos, en este #MundoPosmo. Da ganas de decir “bajan en la esquina”. La ceremonia del Oscar está en franca decadencia, Hollywood es casi una flor marchita. No debemos descartar que todo haya sido solo un montaje que, por razones que desconocemos, como que se habría escapado al control de los titiriteros. 

En el supuesto que se trate de un incidente espontáneo, todo estuvo mal, pero al final se resolvió. La broma que Rock gastó contra la esposa de Smith fue de pésimo gusto. No se necesita al Gorila-Estado para imponer una falsa solución “con una ley”. Rock se disculpó y Smith también lo hizo. No habrá demanda ¿Qué de malo hay en la solución que encontraron las dos partes? Todo bien al final. 

Es hasta paradójico que desde el “paraíso” de lo políticamente correcto llegue un contraejemplo tan contundente: nunca más Chris Rock se atreverá a faltar el respeto a la familia de Will Smith. Digan lo que digan. Escriban lo que escriban. Lloren lo que lloren. No se trata de hacer apología de la violencia. Pero las cosas deben estar en su lugar. Hay violencia y “violencia”. Un tribunal canadiense determinó que un jalón de orejas que no implique daño físico, es tolerable como medida disciplinaria de un padre o madre frente a un vástago descontrolado. No es violencia, pues. No lo es.

El #MundoPosmo llama “violencia” a todo lo que le molesta e incomoda, pero se ha permitido etiquetar como “derecho” la violencia que promueve cínica y perversamente: impuestos arbitrarios y confiscatorios (más allá de las contraprestaciones que los justifican), criminalización del libre comercio por estatismo abusivo, decomiso violento de mercadería a quienes solo venden algo para apenas amagar límite de la subsistencia, el falso derecho de matar al bebé por nacer que abominables aborteros y aborteras promueven, la eutanasia decidida o inducida por terceros “afectados”, etc.

Claro que habría sido preferible que Rock no juegue una broma tan torpe e inexcusable y también mucho mejor que Smith no reaccionara como lo hizo. Pero las cosas son como son, no como nos gustaría que sean. Y ellos dos encontraron finalmente una solución espontánea, desde la interacción de ambos. Todo esto, lógicamente, en caso que no haya sido una farsa. Es fácil imaginar que Hollywood pueda creer sus propias mentiras.

De paso. El #MundoPosmo nos satura mañana, tarde y noche con sus ocurrencias. Nos encontramos hace unos días con que algunos posmos y algunas posmas están pidiendo etiquetar a los productos que tengan componentes OGM para “advertir” a los consumidores. No se enteran que los millones de diabéticos insulino-dependientes en el mundo no contarían con un tratamiento a bajo costo si no fuera por la insulina OGM que consumen. Tampoco se enteran que más del 95% de los alimentos agrícolas que consumimos vienen siendo sometidos a modificación genética (por métodos artesanales) desde hace más de 10,000 años. No se enteran. Ya que quieren colocar cartelitos, qué tal si a los llamados alimentos “orgánicos”, “biológicos” o “naturales” les ponen un cartelito para informar convenientemente a los clientes: “esta planta se alimenta de excremento”. Sonría, está siendo filmado.

Darío Enríquez
29 de marzo del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

Sunedu y la calidad de la educación universitaria

Columnas

Sunedu y la calidad de la educación universitaria

En el debate serio sobre la educación superior hay consenso &nd...

11 de abril
Fue una guerra civil, no de Independencia

Columnas

Fue una guerra civil, no de Independencia

Veamos hoy algo de historia. En verdad tenemos algunos hechos largamen...

05 de abril
¿De qué violencia hablamos y a quién defendemos?

Columnas

¿De qué violencia hablamos y a quién defendemos?

En principio, queremos compartir con nuestros amables lectores que est...

28 de marzo

COMENTARIOS