Manuel Bernales Alvarado

El valor de la tolerancia y la razón

Dos de las mayores virtudes de Francisco Miró Quesada

El valor de la tolerancia y la razón
Manuel Bernales Alvarado
11 de junio del 2019

 

Francisco Miró Quesada Cantuarias nos deja un legado importante en varios campos de la vida nacional e internacional. En momentos en que los valores y las estimativas sociales que encarnan valores éticos y morales han sido temporalmente desplazados por sus contrarios (hay que luchar para que ese lapso sea corto), su testimonio de vida cívica crece en importancia.

En ocasión de su centésimo cumpleaños, CIAC Ediciones, en coedición con El Comercio, presentó Los cien años de Francisco Miró Quesada Cantuarias , hermoso libro cuyo responsable fue Francisco Miró Quesada Rada, su hijo mayor. Un total de 27 personas, mujeres y varones, (filósofos, 8, juristas y científicos sociales, 12, periodistas, 3, y familia, 4), contribuyeron destacando las creaciones y diversos aportes de FMQC; Paco hijo, politólogo y docente universitario hizo el prólogo; e Ignacio Prado García Miró, la presentación. Entre quienes hicieron memoria, investigaron, reflexionaron, compartieron, aprendieron y valoraron la obra del Doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias, ahora menciono a maestros y amigos, profesionales muy destacados en el Perú y el extranjero, mayores como Carlos Fernández Sessarego, Héctor López Martínez, Roque Carrión y José Ignacio López Soria; y personas como Miguel Giusti, Enrique Bernales Ballesteros, Domingo García Belaunde y Dennis Chávez de Paz, de mi generación.

En esta triste circunstancia es justo señalar que filósofos y amigos latinoamericanos como Horacio Cerutti Guldberg y Alejandro Serrano Caldera con quienes trabajamos en épocas de guerra y paz, destacaban que Francisco Miró Quesada Cantuarias con su visión humanista y racional cimentaba la tolerancia, en el sentido de respeto activo del otro, de todas las personas y toda la persona. En español la Real Academia indica varios sentidos de los cuales interesa dos sustantivos y primeros en su orden: "...1. Acción y efecto de tolerar. 2. Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias". La tolerancia es, pues, el valor fundante de la cultura de paz. La Asamblea general de la ONU, a propuesta de la UNESCO, aprobó la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz de la Organización de las Naciones Unidas (Nueva York, 13 de septiembre de 1999*). Años atrás, en conversación con el Maestro Mario Alzamora Valdez, él subrayó que el Perú necesitaba menos palabras y más conceptos, y que las arengas por la democracia y la honestidad debían ser reemplazadas por el buen ejemplo. Don Paco dio ese ejemplo en varias ocasiones de su vida. Una de ellas, me consta, fue cuando se condujo con respeto activo frente a varias personas a las que, habiendo adversado notoriamente a su familia y empresa editora, les dio acogida y estimuló sus trabajos. Eso es testimonio de tolerancia y de pluralismo. No solo lo escribió cuando trató de la filosofía política, sino que lo practicó. Eso vale por sí mismo. Y mucho más en estos días, con abundante práctica de intolerancia de distintos actores sociales para con otros.

Hay a la vez otro valor que no ha sido suficientemente recogido, por que hoy impera el desvalor contrario. Me refiero al patriotismo, no a un "nacionalismo" que se expresa en el respeto activo. Primero, por "el otro", el diferente, varón o mujer, de alguna de nuestras sangres o mestizajes; y segundo, por la madre naturaleza sin la cual no existimos. En uno de los encuentros de filosofía, estudiantes, profesores de secundaria y universidad, así como maestros de la talla de Ardao y Vermeren, de países del Mercosur, siendo funcionario de la UNESCO, expuse que Miro Quesada Cantuarias hizo un aporte a las ideologías políticas en el Perú y más allá, primero con su concepción humanista y segundo porque asumió plenamente al Perú al examinar las circunstancias de su devenir y su actualidad. Recordemos, corrían los años en que no se podía viajar a "la otra mitad del mundo" y la planificación, ¡como hoy también! se combatía por ser la antítesis del "libre mercado". Pues bien, el Maestro FMQC, argumentó y postuló la necesidad de lo que puede concebirse como un humanismo encarnado, situado. En los coloquios a los que aludí, expresé: antropocéntrico y ecocéntrico, que requiere de un instrumento racional, democrático, pluralista y perfectible, para el desarrollo y la seguridad del Estado: población, territorio, soberanía, autonomía e independencia, en un mundo que Jacques Attali, entre otros, tiene ya recuerdo de un futuro, no diferente, sino peor.

Es necesario recurrir a nuevas y viejas obras sobre la tipología de personas y grupos sociales que integren la psicología, sociología, historia y filosofía, como aquella que hace treinta años también recogimos un grupo de aprendices de Politología, Polemología e Irenología, en única edición de la Revista de Ciencia Política y Ciencias Sociales: "Reyes filósofos y reyes timófilos" del maestro FMQC. Su construcción no convencional de la filosofía invitaba obviamente al "pensamiento lateral", a pensar con atrevimiento y rigor, no a la letanía de frases de las reglas de la propaganda política y de toda índole, que hoy llenan y obnubilan la vida nacional. Don Paco: le extrañamos y tendremos el empeño de consultar sus obras y tener vivo y actuante su testimonio de valor para un mejor quehacer nacional, nosotros para los Bicentenarios 2021, 2024 y nuestros hijos y nietos, para el Perú de 2066 y 2079!


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(*) "Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en:

  1. a) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación;
  2. b) El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional;
  3. c) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales;
  4. d) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos;
  5. e) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presente y futuras;
  6. f) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo;
  7. g) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres;
  8. h) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información;
  9. i) La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz".

 

Manuel Bernales Alvarado
11 de junio del 2019

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