El segundo gobierno de Alan García y el precio del cobre

Si algo sabe desarrollar la izquierda es la batalla por los relatos. Gramsci decía que una sociedad no solo se dirige con la fuerza, sino también con la aceptación, con el convencimiento. Semejante reflexión nos lleva a lo siguiente. Para denostar los resultados exitosos del segundo gobierno de Alan García, desde la izquierda de todos los pelajes se desarrollaron varios relatos. Uno de estos relatos –el relato económico, digamos– decía que García en su segundo gobierno había conducido el país en piloto automático y que el quinquenio 2006 2011 (la que viene es la parte central de la narrativa zurda) explicaba su éxito solo por los precios internacionales de las materias primas, exactamente del cobre. 

Todo lo anterior ha formado y forma parte de esa artillería pesada e ideológica zurda contra el aprismo y sobre todo contra García. No obstante, como diría Marx, todo lo sólido (el relato) se desvanece en el aire. ¿Por qué? Veamos. Hoy los precios del metal rojo no solo están por encima de lo que estuvo durante el gobierno de García sino de todos los que le siguieron. Además, los especialistas ya se animan a predecir un nuevo superciclo del mineral rojo y que todo indica que durará por lo menos todo el quinquenio de Castillo. El cobre es el metal de la cuarta revolución industrial, ese es el gran detalle. No obstante, los excelentes precios hoy (y en el futuro) del cobre no se traducen en logros exitosos de la administración Castillo, que aunque tiene apenas algunos meses no se ven luces de que pueda aprovechar este nuevo superciclo. 

Durante el gobierno de García el precio del cobre llegó a un máximo de alrededor de US$ 4 la libra. Eso fue en el 2011-2012, años finales del segundo gobierno aprista. Hoy, el precio del cobre es casi de US$ 4.9 la libra y según se proyecta, debido al convulsionado contexto internacional, podría superar ese precio en los próximos meses. En promedio en el quinquenio de García se redujo la pobreza en 4% anual y el PBI creció en 7% a pesar de la caída momentánea del 2009. En este año, el primero de Castillo, apenas si se crecerá en 1.5%; pero ojo que la contribución tributaria de la minería moderna podría llegar a S/ 18,000 millones. 

El análisis aquí sería que si Castillo quisiera, su gobierno podría crecer en más de dos dígitos de PBI. Pero en lugar de ello, el ala postextractivista de su administración se dedica a declararle la guerra a la minería moderna y las inversiones (el caso de Las Bambas y de las empresas mineras de Ayacucho sur son solo dos ejemplos). 

El éxito del gobierno de García no se trató entonces de solo piloto automático, como dice la izquierda, sino de cómo se gestiona un país y de cómo se hace política a pesar de todos los problemas. Castillo si bien no habla ya de asamblea constituyente, apenas podrá constituir un gobierno eficiente porque no sabe qué hacer. En otras palabras, la Izquierda tendrá un superciclo de precios del cobre; pero como siempre, no sabrá qué hacer con él. No esperen entonces crecimiento de dos dígitos del PBI ni reducción de pobreza.