Alejandro Arestegui
El romanticismo sigue muriendo
Conmemorando el legado musical que nos deja Leo Dan
Este año 2025 promete traernos muchas noticias e impactantes sucesos de diversa índole. Lamentablemente el primer día de este año nos trajo una triste noticia; y es que una de las voces más icónicas de la canción romántica de los sesentas apagó su luz: nos referimos al argentino Leo Dan. En internet encontrarán más de una reseña confiable y extensa acerca de su biografía y su trayectoria musical, más lo que deseo hacer en esta columna es algo distinto. Planteó realizar un breve análisis del impacto que tuvo su obra y del por qué las canciones de Leo Dan siguen teniendo vigencia incluso en las nuevas generaciones.
Leopoldo Dante Tévez nació en Estación Atamisqui, en la provincia argentina de Santiago del Estero, un 22 de marzo del año 1942. Se dice que desde muy niño tuvo vocación para la música y a los 16 años ya tenía sus primeros éxitos compuestos. Al cumplir los 20 años viajó para Buenos Aires y fue rápidamente bienvenido por una de las grandes disqueras, iniciando una brillante carrera que tuvo un gran legado en el mercado hispanohablante. En total Leo Dan sacó a la venta 70 álbumes, teniendo un éxito rotundo desde México hasta Argentina. Solo como dato adicional la primera gran visita que Leo Dan realizó a nuestro país fue a mediados de 1965. En Perú Leo Dan hizo dos presentaciones, una en Canal 4 y la otra en el Sky Room del antiguo Hotel Crillón del Cercado de Lima.
Su primer gran éxito a nivel Latinoamérica fue la canción “Celia”, sin embargo, un éxito tan memorable y sigue hasta nuestros días es sin lugar a dudas “Cómo te Extraño mi Amor”. Esta última canción que vendió millones de copias es conocida también por los más jóvenes porque fue versionada a un ritmo de reggae/ska rock por la banda mexicana Café Tacvba en 1997. La simpleza de sus letras y la claridad de sus mensaje romántico es sin lugar a dudas fue un sello distintivo de Leo Dan. Sus canciones van más allá de la balada de nueva ola de los años 60 y 70, también incursionó con otros géneros como el surf rock, el tango, el folclore argentino y la ranchera mexicana.
Además de su pasión por la música, Leo Dan siempre quiso ser actor, rol que pudo cumplir demostrando sus habilidades tanto para actuar como para componer y cantar. Justamente en el año 2023 dio por finalizada su carrera musical luego de haber vendido casi 40 millones de copias, recibido numerosos premios artísticos y compuesto más de 1500 canciones. Sin lugar a duda su legado va más allá de su voz y de sus canciones, trasciende por algo mucho más importante: la belleza de la simplicidad, la evocación de un romanticismo, que a día de hoy, pareciera que está herido de muerte.
En un mundo post moderno donde cada vez se pierde cada día más la noción de estética, canciones como las de Leo Dan evocan un pasado sencillo. Sus canciones generalmente no se prestan para múltiples interpretaciones ni intrincados mensajes, son solamente odas al amor dentro de una melodía bella y armonía simple. A pesar de que las técnicas de grabación y los estilos no estaban tan evolucionados como en la actualidad, Leo Dan podía transmitir con claridad la intención de sus mensajes a su público, tanto así que incluso los más jóvenes recordamos quién fue. Lamentablemente esto se está perdiendo, la época de la canción popular era compuesta con un fin específico y con un mensaje claro se está perdiendo. Con la llegada de nuevas tecnologías lo que no se innova y mejora es la calidad musical, pareciera que es todo lo contrario. Actualmente solo cuenta elaborar canciones estilo “urbano”, las cuales a duras penas contienen una armonía bastante primitiva, melodías con tono subliminales y letras bastante aberrantes que dejan mucho que desear. Sin lugar a dudas eso es lo que más se añora con nostalgia del pasado: letras que puedan trascender cualquier época, ya que los sentimientos son imperecederos, pero actualmente casi toda la música popular (incluyendo las baladas actuales) son hechas con poca convicción, algo tan “plástico” que son dignas de ser olvidadas por las futuras generaciones. Simplemente el vacío estético y la falta de sentido nos está haciendo pagar factura en el rubro del arte. En una época con mucho peor situación económica y mayor convulsión política, los artistas del pasado pudieron inmortalizarse a través de obras trascendentes y atemporales.
Los que pudimos escuchar desde pequeños las canciones de Leo Dan estamos sin duda agradecidos con nuestros mayores que pudieron transmitirnos tan bellas canciones. Cada día nos dejan más artistas de calidad, quedando en esta Tierra material lo mediocre, lo intrascendente, lo obsceno, lo inicuo. Afortunadamente el arte es como las ideas, si son buenas estas van a trascender en el tiempo y podrán ser transmitidas a futuro. Esperemos que Leo Dan continúe siendo una inspiración para futuros cantantes y que sus obras nunca caigan en el olvido.
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