Alfonso Baella

El riesgo de perderlo todo

El riesgo de perderlo todo
Alfonso Baella
06 de febrero del 2015

¿Qué hacer para que diálogo convocado no sea igual de frustrante como los anteriores?

El diálogo político planteado por el gobierno es en realidad una maniobra para ganar tiempo y reposicionarse después de la agónica situación en que ha quedado. Es bien simple. O buscan un aire o mueren asfixiados. 

Los acontecimientos que ahogan a palacio son evidentes: El affaire Belaúnde Lossio, la incontinencia digital de Urresti y Cateriano, la debacle de la “ley pulpin”, la salida de Tejada y “otros” que abandonan al oficialismo, el decadente liderazgo –si así se puede llamar- de Nadine en el Congreso; las revelaciones y la “aceptación” de facciones que espían a la oposición, a la vice presidenta, a la propia Ana Jara; las investigaciones por lavado de activos contra la esposa del presidente, su hermano y otros allegados. Pero estos no son los únicos temas que el gobierno pretende dejar atrás. 

Está, además, el tema económico que no despega a pesar del discurso gubernamental. Es obvio, hay desconfianza y mucha incertidumbre. A fines del 2013, el MEF y el BCRP proyectaron una tasa de crecimiento de 6% para el 2014. Incluso cuando diversos economistas advertían que la desaceleración era más que evidente, en julio y agosto, el BCRP estimó una tasa de 4.4% y el MEF de 4.2%. Lamentablemente, la cifra oficial de crecimiento del 2014 del INEI rondará el 2.5%. 

Interesante reflexionar sobre el hecho de que ninguno de estos temas ha sido puesto por la oposición. Todos son problemas que el gobierno ha creado. La zancadilla ha sido propia. Increíblemente el gobierno siempre tropieza con su incompetencia. 

En medio de todo esto, el gobierno luce acorralado y con todos los puentes políticos dinamitados por él mismo. A última hora intenta parecer dialogante, indulgente y magnánimo para escuchar y tomar nota de los pedidos de “todas” las fuerzas políticas. 

Aún cuando es plausible hay incredulidad. Parece sólo un gesto para las graderías mediáticas. Algunos de los que ya se sentaron no quieren hacerlo otra vez y menos sin cambios en el Gabinete Ministerial que garanticen el respeto y la conducción de un proceso electoral verdaderamente democrático. 

Ollanta y Nadine han dicho que participarán del diálogo en persona. Un diálogo que rehusaron antes y que petardearon siempre. Por eso vale la suspicacia y las preguntas. ¿Para qué el diálogo? 

Si el gobierno no hace los cambios solicitados por la oposición, sino recompone el Gabinete, no hay forma de dialogar. El show del próximo lunes, como los anteriores, traerá más frustración y problemas. Los errores en política tienen un costo que muchas veces se resuelve entregando la cabeza de un ministro. Es mejor perder algo a correr el riesgo de perderlo todo.   

Por: Alfonso Baella Herrera
06 - Feb - 2015  

Alfonso Baella
06 de febrero del 2015

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