Iván Arenas
El puerto de Chancay y el retorno de la geopolítica
La recomposición de las relaciones internacionales en Hispanoamérica
Se ha inaugurado el puerto de Chancay. Ha sido el propio Xi Jinping quien lo ha hecho, abriendo así una nueva Ruta de la Seda. China pone un pie en la Hispanoamérica del Pacífico sur, y el Perú es la cabecera de playa de China en un momento de transición del poder en Estados Unidos.
Hay una dialéctica de estados e imperios; una dialéctica poderosa que incide en otros países como el Perú. China y Estados Unidos están ahora en una abierta lucha por la mayor incidencia en otros países.
El puerto de Chancay no es como el Canal de Panamá, es más que eso. No es solo una infraestructura de embarque y desembarque; es, como decíamos, la entrada hacia el continente, a los recursos mineros y agrarios de esta parte de América.
Con este puerto hecho por un país que es la segunda economía y una potencia atómica, el Perú ha evitado una guerra próxima. La guerra del guano y el salitre contra Chile fue por eso, por los recursos naturales. ¿Habrá una guerra por el cobre entre Perú y Chile? Es altamente improbable.
Pero como también decíamos líneas arriba con el puerto de Chancay el Perú ha evitado una próxima guerra con Ecuador o Chile. ¿Quién le haría una guerra a un país que tiene un puerto chino de semejantes proporciones? De allí entonces que no se entienda el intento de disparar un rearme militar en esta parte del continente. Es cierto que un país que quiere paz debe prepararse para la guerra; pero ni Ecuador o Chile son Rusia ni nosotros Alemania. Ahora bien, con China aquí en el Perú, con un pedazo de infraestructura suya, las alarmas suenan en Washington.
Meses atrás, estuvo la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos y dijo, en la Cámara de Representantes, que China tenía una “presión agresiva” sobre los recursos naturales en Sudamérica. La movida norteamericana ha sido firmar una “carta de entendimiento” con el Gobierno peruano para la provisión de minerales. Es la geopolítica de los minerales. El APEC revive la geopolítica y sella alianzas. El Perú es un actor decisivo en la nueva geopolítica sudamericana.
Vamos entonces a una recomposición de las relaciones internacionales en Hispanoamérica. Con Trump en la presidencia ya no seremos el patio trasero. Se vienen nuevos escenarios.
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