Guillermo Vidalón
El Perú en la escena mundial (IV)
La etapa posguerra del Pacífico
En la cuarta parte de “El Perú en la escena mundial”, tratamos principalmente sobre la posguerra del Pacífico. La recuperación de la economía nacional, el desarrollo de nueva infraestructura productiva que permitió el financiamiento de la defensa, el cierre de las fronteras, la reincorporación de Tacna al suelo patrio durante el gobierno de Augusto Bernardino Leguía, el surgimiento de los partidos APRA y Socialista. La guerra con el Ecuador en 1941, durante el primer gobierno de Manuel Prado (1939-1945). Y, en el mundo, la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Revolución Rusa, entre otros acontecimientos.
En 1948, José Luis Bustamante y Rivero es depuesto tras el golpe del Gral. Manuel Arturo Odría, quien gobernó durante ocho años, impulsó obras públicas como las grandes unidades escolares que fueron modernizadas durante el segundo gobierno de Alan García (2006-2011), el hospital del Empleado (Hoy Rebagliatti) entre otros. En 1950 promulgó el Nuevo Código de Minería que impulsó las inversiones en este sector. En 1953, el Ing. Alberto Benavides de la Quintana funda Compañía de Minas Buenaventura. En 1954, Southern Peru (hoy Southern Copper Corporation) establece una sucursal para el desarrollo de la mina Toquepala y la construcción de la fundición de Ilo, unidas por carretera y vía férrea, ambas enlazadas a un puerto privado, representó la mayor inversión minera en Sudamérica para la época.
Mientras tanto, en el mundo, Mao Tsé Tung, asume el control de China y establece un gobierno de corte comunista que no estaba alineado a las decisiones de la hoy desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En 1953, se desata la Guerra de las dos Coreas (Norte y Sur), otro escenario en el que se enfrentaron los ejes capitalista y comunista. Algo similar sucedió con Vietnam entre 1955 y 1975. Europa de la post II Guerra Mundial había establecido la división de Alemania, una para cada nuevo centro del poder mundial.
También, en simultáneo, el mundo capitalista regido bajo un sistema democrático de gobierno invirtió ingentes sumas de dinero en la reconstrucción del lado occidental de Europa (El Plan Marshall) y prosiguió con el proceso de electrificación de las ciudades norteamericanas. El fortalecimiento de su demanda interna así como de su aparato industrial hicieron que se incremente el consumo de minerales, especialmente cobre y hierro. Del mismo modo, ambos ejes de poder en conflicto indirecto debían producir más armamentos, circunstancia que favoreció al Perú por ser un importante productor polimetálico.
Fidel Castro toma el poder en Cuba en 1959 y la crisis de los misiles dirigidos hacia los Estados Unidos se desató en 1962. En 1961, se acentúa la Guerra Fría entre los Estados Unidos y Rusia. La Alemania socialista generó un flujo migratorio hacia occidente hasta que su gobierno decidió la construcción del Muro de Berlín, el mismo que fue derribado por sus jóvenes en noviembre de 1989. Rusia vivía la Perestroika con Mijaíl Gorbachov, cuando se dio el inicio de la reunificación de Alemania. En Perú, surgieron los primeros grupos guerrilleros en 1965, que fueron derrotados durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry. Desde entonces, el gobierno cubano se dedicó a promover y entrenar a grupos paramilitares con fines insurreccionales en América Latina.
En Perú, en 1968 se produce el golpe de estado encabezado por el Gral. Juan Velasco Alvarado. La cúpula gobernante creyó que el reparto y subdivisión de las unidades productivas agrarias era necesaria para evitar la influencia del castrismo. Bajo el lema: “El patrón nunca más comerá de tu trabajo”, se quebraron las haciendas y la producción agropecuaria cayó significativamente. El campo se empobreció y las ciudades quedaron desabastecidas. Diecisiete años después, la papa un tubérculo oriundo del Perú tuvo que ser importado, así como el azúcar, el arroz, la leche, etc., etc. Entre otras medidas que hoy serían calificadas como populistas. Adquirió armamento ruso que originalmente iba a ser remitido al vecino país del sur hasta que se truncó la transacción por el golpe al presidente Salvador Allende, encabezado por el Gral. Augusto Pinochet.
La historia ha demostrado que las políticas implementadas por el Gral. Velasco han significado un costo económico y social enorme al Perú, el campo en la sierra se encuentra tan parcelado que existen regiones como Moquegua donde la tenencia de la tierra por agricultor es menor a 0.8 hectáreas, lo que dificulta generar una unidad productiva próspera, condenando a la pobreza intergeneracional a los agricultores altoandinos. También, alejó la inversión en otras actividades económicas al llevar a cabo un vasto plan de nacionalizaciones de empresas que antes generaban riqueza y pagaban tributos para pasar a ser deficitarias (algo similar a lo que ocurre hoy con Petroperú) cuyos presupuestos tenían que ser cubiertos con emisiones inorgánicas de un Banco Central de Reserva que -por entonces- dependía del Ministerio de Economía y Finanzas.
En la actualidad, existen unidades productivas agroindustriales de mayor extensión que las antiguas haciendas, lo que demuestra la errada visión de la dictadura militar de 1968 a 1975, y, de 1975 a 1980 con el Gral. Francisco Morales Bermúdez. Un análisis contrafáctico indicaría que la situación de atraso en las haciendas de la sierra -comparativamente con las de la costa-, hubiese significado el fortalecimiento de las haciendas modernas que en su ímpetu de incrementar sus áreas cultivables habrían avanzado hacia la serranía, transformando positivamente la situación económica y social de las personas a su cargo. Ica es una región emblemática que representa la modernidad en el campo.
En 1969, Southern Peru firma el contrato con el gobierno de Velasco para el desarrollo de la mina Cuajone y la ampliación de la fundición. La otra empresa de capitales extranjeros que invirtió durante este período fue Occidental Petroleum para la extracción de petróleo, principalmente en la selva. Todas las demás fueron estatizadas.
La historia también ha demostrado que las propuestas de desarrollo industrial endogámico fracasaron. La competencia, sea por intereses económicos o por ansias de superación, siempre obtendrá un resultado mejor.
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