Arturo Valverde

El Perú con el ojo izquierdo

La izquierda ha tenido presencia en los últimos tres gobiernos

El Perú con el ojo izquierdo
Arturo Valverde
20 de mayo del 2020


Acabo de colgar el teléfono después de conversar con un amigo al que le decía que estaba escribiendo mi segunda novela inédita (la primera y otros dos libros a publicar quedaron aplazados por la cuarentena). Y le comentaba que esta novelita que tenía entre manos desde hace uno meses comenzaba con una frase del escritor Mario Vargas Llosa: “la izquierda, actuando de manera responsable (...) salvó la democracia”, en junio de 2016.

Cuatro años después, no está de más decir que a la izquierda nacional nunca le ha interesado salvar la democracia, sino poner en práctica su plataforma política y reinventar la Constitución. Sin ir muy lejos, la disolución del Congreso ocurrida en septiembre pasado, tuvo la ayuda de la bancada comunista.

Han tenido presencia en los últimos tres gobiernos, desde Humala al presente, y cada vez que se les ha entregado un cargo de decisión, cada vez que han tenido una cuota de poder han causado desastre y medio. Como técnicos plantean salidas diferenciadas durante la cuarentena, que después terminaron suspendiéndose porque son un fracaso; como congresistas proponen impuestos a la riqueza para aplicarlos a las grandes fortunas, ahogando al que produce; como doctores son insensibles con otros colegas; como educadores aprovechan para incluir sus contenidos ideológicos y politizar la educación de los chicos.

El Perú después de esta crisis será el país que nos dejará la izquierda nacional, después de diez años en los que participó del poder y tuvo cuotas de poder en distintos gobiernos, en los que fueron un rotundo fracaso. ¿Avanzó la minería? ¿Se llevó agua a más familias peruanas? ¿Cuántos hospitales inauguraron? ¿Cuántos kilómetros se ampliaron los servicios de transporte del metro? ¿Se logró unir la costa con un tren de larga distancia?

El Perú que nos dejará la izquierda es un país con mayor delincuencia y más pobreza.

El país con el que soñaba el aprismo en 2016 era muy distinto al país que la izquierda nos dejará el 2021: el respeto a la democracia, la continuidad del crecimiento económico, de los grandes proyectos de infraestructura, colegios emblemáticos, casas de la literatura; generar riqueza sin quitársela al que la tiene. Eso fue y es lo que el aprismo desea para las familias peruanas: que vivan bien, que nos les quiten sus derechos.

Creo que en parte el fracaso de las medidas sanitarias se ha debido a que han sido medidas políticas. De alguna manera, algunos genios creyeron ver la oportunidad para poner en práctica sus experimentos sociopolíticos, y cuando se dieron cuenta del error ya era tarde. Entonces lo único que queda es culpar al otro en lugar de asumir la culpa. Una actitud muy de izquierda. 

Cómo me gustaría que el Perú le diera una nueva oportunidad al aprismo. Y que en julio del próximo año, los peruanos podamos recuperar el tiempo que perdimos al entregarle la responsabilidad a la izquierda y sus títeres.

Arturo Valverde
20 de mayo del 2020

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