¿El Inca era socialista?

Lo diré así: es sorprendente hasta dónde pueden llegar algunos para sostener una mentira y defender las declaraciones de un hombre que se vio dirigiendo la política exterior de un país como el nuestro, víctima de la barbarie de grupos terroristas. Sus defensores, en apariencia profesionales independientes en distintos campos de la ciencia social, realizan una defensa argumentativa porque en la práctica coinciden parcial o totalmente con quienes abrazaron la lucha armada, y los consideran como sus primos o hermanos ideológicos que erraron el camino, y creen que debemos comprenderlos y aceptarlos como tales. 

En ese afán por justificar las declaraciones del ex canciller (cito fuente en RPP: “El terrorismo en el Perú lo inició la Marina, y eso se puede demostrar históricamente; han sido entrenados para eso por la CIA”), corrieron a sus bibliotecas y no han tenido reparos en remontarse incluso hasta la Francia de fines del siglo XVIII para sustentar el punto de que el “terrorismo” como tal, así en términos generales, es un método empleado desde hace siglos. Y se han despachado con un análisis sociológico e histórico, realmente impasable. 

Además, para sustentar una suerte de estigma viajaron hasta los años treinta, poniendo como ejemplo la persecución que sufrieron los militantes apristas. Como decía un viejo profesor al percatarse de que un alumno no había estudiado para el examen: “estás mezclando papas con camotes”. Cada cosa tiene su lugar, como cada hecho corresponde a un contexto específico. En caso contrario, siguiendo esa misma línea de defensa, podríamos acabar en El digesto de la época de Justiniano, heredado por España y trasladado luego a nuestro país, mediante la inquisición.

Quienes están en la tarea de buscarle justificación a su dogma me recuerdan mucho a los comunistas que, para vender la falsa idea de un paraíso socialista, afirman que el incanato era socialista. ¡Y están convencidos de que el Inca era socialista! Otros, en su despropósito ideológico, llegan a decir incluso que Jesús era comunista, y ejemplifican su argumento con la multiplicación de los peces y el pan. ¿A ustedes les parece serio todo esto?

Yo soy muy escéptico acerca de la sociología e historia que se escribe y publica en nuestro país, por su carga marxista y la tendencia ideológica de algunos de sus autores. En 1969, por ejemplo, el sociólogo chotano Antonio Díaz Martínez publicó un libro llamado Ayacucho: hambre y esperanza, donde decía cosas como estas:

Durante el periodo republicano en el Perú, ¿a quién ha servido la técnica? Las innovaciones tecnológicas y la modernización de algunas fuerzas productivas, ¿a quién han beneficiado? A todos aquellos que han tenido el poder económico en sus manos. ¿Y quién forma a los técnicos? La universidad. Por lo tanto durante este periodo la universidad, directa o indirectamente, ha servido a poderosos. ¿Y quién sostiene a la universidad? El pueblo con sus esfuerzos, con sus impuestos, con sus contribuciones…

¿A ustedes les parece esto sociología o discurso político?

Celebro el hábito de la lectura de mis compatriotas; pero recuerden que siempre es bueno alzar la mirada y ver la realidad. Mucho ojo con lo que se lee.