Iván Arenas

El guerracivilismo de los dinámicos del centro

Cerrón no quiere una oposición democrática, quiere guerra civil

El guerracivilismo de los dinámicos del centro
Iván Arenas
29 de julio del 2021


El nombramiento de Guido Bellido como premier representa el claro propósito de provocar a la oposición en el Congreso, que deberá decidir si le dan o no el voto de confianza al nuevo gabinete. La provocación es clara porque Bellido fue un apologista de las acciones del grupo terrorista Sendero Luminoso, amén de homófobo y activista prochavista. No obstante, vale añadir que colocar a Bellido es un sopapo al sector caviar que creía haber domesticado a Castillo. Pero eso es harina de otro costal.

Ahora bien, hay una relación directa entre el nombramiento de Bellido y el caso de los dinámicos del centro, en el que el flamante premier está metido de cabo a rabo. Honestamente, creo que es altamente probable que el mismo Castillo haya sido grabado en los miles de audios de las conversaciones de esta organización y que están en manos de la Fiscalía. Es decir, Castillo intenta eludir su responsabilidad dentro de la organización colocando a Bellido, uno de los protagonistas de las conversaciones grabadas, para hacer estallar cualquier posibilidad de acuerdo o entendimiento entre el Ejecutivo y el Legislativo. Quiere evitar la hecatombe que podría venir en caso que se difundan más audios de los llamados “dinámicos del centro” con una crisis entre ambos poderes del Estado.

La oposición en el Congreso debería ser absolutamente estratégica y diferenciar bien los objetivos de corto, mediano y largo plazo de Castillo - Cerrón. Si bien Bellido o el que venga luego puede generar tirria en algunos congresistas opositores, se debe evaluar todas las posibilidades y consecuencias antes de no darle el voto de confianza a alguno de los dos gabinetes propuestos por Castillo. 

Si uno de los dos gabinetes de Castillo obtiene el voto de confianza, podría suceder que el actual presidente se empape de la legitimidad que ahora no tiene (vía bonos, populismo, etc.) o en todo caso haga un gobierno muy malo que lo desgastaría rápidamente. El poder nace de la legitimidad y las acciones. En todo caso, la política también es asumir el riesgo.

La estrategia bolchevique de Cerrón es ir hasta el final –el guerracivilismo– y este es un objetivo de mediano y largo plazo que la oposición no debe perder de vista. Los comunistas hoy tienen en su poder el sistema de inteligencia del Estado con el apoyo de las inteligencias venezolana, boliviana y cubana, y eso es importante. Ir hasta el final significa revivir la vieja tesis maoísta de la guerra revolucionaria prolongada.

Cerrón, espectador de las experiencias chavistas en Bolivia y Venezuela, no quiere una oposición democrática. Para ello tendrá a las rondas campesinas como las milicias revolucionarias. Cerrón quiere la guerra civil, no olvidemos eso. No cualquier guerra civil, sino una armada y prolongada.

Iván Arenas
29 de julio del 2021

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