Darío Enríquez

El fiscal plagiador ya tiene quien lo encubra

Vergonzosa complicidad de la Universidad Católica de Santa María

El fiscal plagiador ya tiene quien lo encubra
Darío Enríquez
16 de enero del 2019

 

Carta abierta al Consejo Universitario de la Universidad Católica de Santa María

 

A los miembros del consejo universitario de la Universidad Católica de Santa María:

 

Hemos sido testigos de cómo ustedes han consumado hace unos días un deleznable acto de encubrimiento. Han pretendido eludir su responsabilidad de revisar en forma real, fiel y detallada, las denuncias sustentadas en diversas evidencias de plagio halladas en la tesis de maestría del egresado de su casa de estudios, el Sr. José Domingo Pérez Gómez.

Ante la gran cantidad de reportes efectuados por diversidad de personas, medios e instituciones, dando cuenta de evidentes faltas a la ética profesional e incluso delitos penales perpetrados por el mencionado Sr. Pérez Gómez en la realización de sus tesis de maestría, ustedes como institución tienen la obligación de ordenar una revisión exhaustiva para cada uno de los cuestionamientos. O al menos de los más importantes.

Una vez efectuada tal revisión, la UCSM, en forma oficial, debería dar cuenta de los resultados de esa revisión y contrastarla con las evidencias que otros encontraron a partir de revisiones similares. No lo hicieron así. En su lugar prefirieron recurrir a un recuento de trámites burocráticos que en ningún momento aborda el fondo del asunto, y que se queda en la falsa formalidad de documentos impresos sin valor alguno cuando se confrontan con la realidad de los hechos.

La referencia a la labor que el Sr. José Domingo Pérez Gómez realiza como fiscal provincial no tiene ninguna pertinencia, pues la integridad de un trabajo de investigación, como es la tesis, no depende de la actuación pública del personaje —anterior o posterior— sino que contiene dentro de sí, en forma objetiva, los elementos para evaluar tal integridad. De otro modo, se quebrarían los más elementales principios que deben animar a la academia, algo que todo centro de estudios superiores que se respete debería observar a plenitud, sin matices ni excepciones.

Entre decenas de reportes y revisiones académicas realizadas por diversas instancias, todos con evidencias de un plagio a gran escala, resaltan los efectuados por el portal internacional PlagioS.O.S. y por la periodista Karla Calle. El primero de ellos señala la existencia de un uso deshonesto del derecho a cita, identificando 63 páginas copiadas de otras publicaciones (la tesis contiene 208 páginas) y concluye —para enfrentar los cuestionamientos ad hominem, que son los que se usan reiteradamente para defender débilmente la posición del Sr. Pérez Gómez—, que “la validez y contundencia de un plagio develado y anunciado no radica en las fuentes de la noticia, sino en la veracidad e irrefutabilidad de las pruebas y evidencias documentales, que ponen al descubierto la ilicitud de la deshonestidad intelectual plagiaria” (https://www.plagios.org/category/noticias)

Para el segundo reporte mencionado pueden encontrar un video bastante esclarecedor aquí: 

De este video, producido por la periodista Karla Calle, vamos a hacer un recuento de gran parte de las observaciones que presenta (el fraseo es nuestro, pero corresponde a lo que Calle indica en su video. Reconocemos sus créditos, no nos apropiamos de ellos). Estas observaciones son las que el Consejo Universitario tiene la obligación de responder una a una, ante la comunidad científica universitaria y a la ciudadanía, en forma explícita y clara, sin recurrir a fraseos absolutamente burocráticos como “cumplió con todos los requisitos y trámites”, pretendiendo así evitar el cuestionamiento específico:

  1. En la Introducción, páginas 11, 12 y 13, prácticamente todos los párrafos corresponde a un “copia-pega”, sin que haya citación formal ni se recurra a pie de página alguno
  2. En las páginas 15, 20 y 27 se usa otra modalidad. Después de un “copia-pega”, se recurre a la inclusión o modificación de ciertas palabras para dar apariencia de originalidad, pero esa maniobra también es detectada por el software
  3. En la página 40 el autor usa la notación de pie de página, que no usó en casos anteriores, con lo que muestra que sí sabe usar esa notación y lo hace en algunos casos, pero en los otros no.
  4. En la página 42, cita con sangría y cambio de fuente, lo que muestra que el autor también conoce esta forma de citar, pero que no la usa en otros casos
  5. Entre las página 63 y 67 (5 páginas seguidas), sin notación de pie de página, nuevamente hay páginas totalmente copiadas con algunos pequeños cambios, pero en esencia “copia-pega” del original
  6. Entre las páginas 70 y 102 (33 páginas seguidas), el autor hace abuso de la notación de pie de página, pues no la utiliza para recoger diversas ideas, analizarlas, compararlas, contrastarlas, sino que las copia en forma idéntica bajo modalidad “copia-pega” en más del 90% del texto. De ningún modo la notación pie de página en ninguno de los sistemas conocidos permite tan deshonesto proceder.
  7. Entre las páginas 162 y 170 (9 páginas seguidas), se repite el proceder anterior, más del 90% del texto es tomado de otras publicaciones pero en este caso no hay notación pie de página
  8. En la páginas 173 (Conclusiones) y en la 174 (Recomendaciones), el software detecta otra vez la maniobra de usar un texto base copiado de otra publicación y luego incluir o modificar algunas palabras para ocultar el plagio. Para Conclusiones y Recomendaciones, no hay notación pie de página que el delito de plagio pueda invocar para urdir una absurda coartada
  9. En la página 181, en la Justificación de la investigación, sin cita alguna, prácticamente todo el primer párrafo es “copia-pega”. Peor, imposible.

Debemos señalar además que el Dr. Jorge Luis Cáceres Arce, actual vicerrector administrativo de la Universidad Católica Santa María, figura como asesor de la tesis del Sr. José Domingo Pérez Gómez. Por elemental principio de integridad profesional, exigimos que el Dr. Cáceres se abstenga de participar en modo alguno en la elaboración de comunicados como el penoso documento en el que la UCSM pretendió —sin lograrlo— disipar las dudas que ahora se aproximan a certezas. El Sr. José Domingo Pérez Gómez habría cometido el más oprobioso delito académico contra la integridad profesional, un escandaloso plagio en su tesis de maestría, y el Consejo Universitario de la Universidad Católica Santa María se habría convertido en su cómplice, incurriendo en grave encubrimiento.

Exigimos, pues, al consejo universitario, enfrentar con dignidad y no con deshonor la situación que se plantea en esta carta y que, no creo equivocarme, a partir de los hechos y las evidencias –no de los prejuicios ni de las emociones- comparten la comunidad científica universitaria y la ciudadanía activa del Perú.

 

Lima, 16 de enero del 2019

 

Darío Enríquez
16 de enero del 2019

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