Iván Arenas

El factor Vilcatoma y la campaña de demolición

Congresista es objeto de campaña de violencia psicológica masiva

El factor Vilcatoma y la campaña de demolición
Iván Arenas
12 de diciembre del 2017

 

Cuando el 16 de setiembre del 2016 —hace más de una año— la congresista Yeni Vilcatoma renunció de manera abrupta a la bancada fujimorista (incluso antes de que el comité de disciplina la sancione con la expulsión) un sector de la prensa palaciega y sus periodistas —herederos del nadinismo— desplegaron la menuda idea del inicio de la descomposición del grupo parlamentario naranja. En ese mismo sentido, la misma prensa y periodistas advertían la mano de hierro del fujimorismo contra la disidente. Además el antifujimorismo alentó las burlas y carcajadas contra a quien llamaron “la Vilcatoma” por aceptar la invitación de los naranjas.

No obstante, quizá la renuncia de Yeni Vilcatoma a la bancada mayoritaria haya sido una decisión que en el mediano y largo plazo la benefició. Y de pronto la bancada naranja también ha salido ganando. ¿Por qué? Porque de alguna manera hoy solo un yihadista antifujimorista cuestionaría la independencia de esta congresista.

En los últimos meses, una solitaria Yeni Vilcatoma ha seguido con atención la trama de corrupción de las empresas brasilera en el Perú, que involucra a varios ex funcionarios, periodistas, empresarios y actuales autoridades del Gobierno. La permanencia en la bancada fujimorista habría sido un corsé para las investigaciones y denuncias de Vilcatoma, porque el antifujimorismo habría desarrollado la idea de que Keiko Fujimori y el fujimorismo en pleno utilizaban a Vilcatoma como parte de una estrategia mayor para traerse abajo al Gobierno pepekausa.

En el fin de semana último el presidente Pedro Pablo Kuczynski reconoció lo que negó varias veces: sí asesoró a la empresa brasileña Odebrecht en el proyecto Olmos. ¿Acaso no dijo que jamás? Además ahora sabemos que las empresas American Enterprise Fund (LAEF) y First Capital compartían el mismo domicilio legal. En este caso First Capital asesoró financieramente a Odebrecht. Pues bien, Gerardo Sepúlveda, dueño de First Capital, es socio y amigo personal de PPK y de su esposa. ¿Podrían salir pruebas más contundentes? Todo indica que sí.

El antifujimorismo ha reaccionado como sabe hacerlo: desprestigiando a la congresista Yeni Vilcatoma. No solo se han inventado historias alrededor de esta congresista (“que estaba dando lástima en un hospital”), sino que además se ha llegado a sugerir que padece de desórdenes mentales. En cualquier otro caso, todos estos arrebatos en contra de una mujer habrían sido rechazados de inmediato por la media como una campaña de violencia psicológica masiva. Sin embargo, nada de ello ha ocurrido. Que periodistas y líderes de opinión antifujimoristas hayan sido los primeros en marchar en la ofensiva contra Vilcatoma solo demuestra su catadura, y hace recordar las formas bolcheviques de callar al disidente.

¿Se excedió Vilcatoma al pedir la renuncia de PPK a la Presidencia? Probablemente el ímpetu la llevó a sugerir semejante salida. No obstante, ella confesó que lo hizo porque “peores cosas saldrán”. Si ello ocurre, es decir que aparezcan más indicios y pruebas del compromiso de PPK con Odebrecht, solo habría que darle la razón, a pesar de que —como indicamos— esta voz solitaria a veces se ha convertido en grito.

 

Iván Arenas
12 de diciembre del 2017

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