David Auris Villegas
El desafío de enseñar en tiempos de desinformación
Los docentes son esenciales para formar estudiantes críticos e innovadores
Un colega, orgulloso de sus millares de seguidores en las redes sociales, había convertido estos muros en su enciclopedia. Solía colocar altas calificaciones a sus alumnos que respondían de manera literal y aderezada de locuacidad. Todo cambió cuando un estudiante respondió desde la reflexión crítica y fue descalificado; esto hizo que el estudiante lo retara en el aula en presencia de todos y con artículos serios, haciendo que el discurso del maestro se desplomara en un clic. Después de esta lección, el maestro ya no alardea de sus seguidores; ahora presume de su aula hecha un laboratorio reflexivo.
La abrumadora información de nuestra época, sumada a las distracciones y publicidad que ofrece Internet, suele desinformarnos porque impide reflexionar con claridad. Esto se convierte en un reto urgente para docentes y estudiantes que, sin pensamiento crítico, no logran comprender adecuadamente el mundo complejo y cambiante que enfrentan hoy.
Ante estos problemas de aprendizaje los maestros deben enseñar a pensar, discriminar y seleccionar conocimientos que realmente amplíen la visión de los estudiantes. Así, formar personas creativas y críticas, pero ello exige estrategias innovadoras con el objetivo de formar personas exitosas.
Henry Giroux plantea que los maestros necesitan desarrollar pensamiento crítico, creando espacios de aprendizaje que cuestionen, reflexionen, debatan, dialoguen y conecten el conocimiento con los problemas reales de la sociedad. Así, el pensamiento crítico permite diferenciar los hechos de las opiniones; precisamente en este aspecto son los maestros quienes requieren insistir en esta práctica pedagógica como cultura de vida abocada a formar personas más críticas y protagonistas de su destino.
Además, para combatir la desinformación, Óscar Espiritusanto, en su artículo publicado en The Conversation, sostiene que la alfabetización mediática desde la infancia es esencial para identificar mensajes discriminatorios, especialmente cuando se ocultan bajo el humor.
Esto nos indica que la alfabetización digital ha de ser parte de la competencia del estudiante de hoy para navegar con éxito en Internet. Esta capacidad se logra trabajando de manera transversal en el proceso de aprendizaje a fin de formar estudiantes competentes capaces de escoger contenidos que les enriquezcan.
En el aula del siglo XXI, los docentes son estrategas claves para iluminar el pensamiento y formar estudiantes perspicaces, críticos e innovadores, capaces de seleccionar lo esencial entre una abundante información, y transformarlo en conocimiento significativo para la vida.
















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