El Canto General de Pablo Neruda

El poeta Pablo Neruda (Chile, 1904-1973), Premio Nobel de Literatura 1971, ha sido identificado con lo torrencial de su obra y la fertilidad de su inspiración poética. Pero la experiencia de vivir de cerca la Guerra Civil Española (por entonces ejercía el cargo de cónsul chileno en ese país), hizo que atravesara un período de sequía literaria. Después de su libro España en el corazón (1937) pasaría más de diez años trabajando intensamente en uno de los proyectos poéticos más ambiciosos: un extenso y completo canto épico al continente americano. Esa obra, el famoso Canto general, fue publicada finalmente en 1950.

Más de 300 poemas, divididos en 15 secciones, son los que forman este Canto general. Los primeros poemas del libro son una descripción de la naturaleza y los pobladores americanos antes de la llegada de los españoles. La historia del continente, siempre contada desde el punto de vista de los pobres, continúa con la presentación de los conquistadores (sobre la reunión en Panamá de Pizarro, Almagro y Luque se dice: “Cada uno / escondía el puñal para la espalda / del asociado”) y sus infinitos abusos e injusticias, los libertadores, los dictadores del siglo pasado y así hasta llegar a mediados del siglo XX.

La intensa actividad política que en los años de composición de este libro desarrolló Neruda lo llevó a ser elegido en su país senador por las provincias de Tarapacá y Antofagasta, y también a inscribirse en el Partido Comunista. Por eso no es extraño que el mayor interés del libro sea el presente y que la descripción de la sociedad latinoamericana de entonces ocupe más de la mitad del poemario, con títulos como “Las oligarquías”, “Procesión en Lima (1947), “Los muertos de la plaza (28 de enero de 1946, Santiago de Chile)”.

Como ha señalado la crítica hay en este libro poesía para todos los gustos: panfletaria, visionaria, narrativa, coloquial, profética, intimista, existencial, lírica, oratoria. Para los seguidores de la obra de Neruda, la sección más interesante del libro es “Alturas de Machu Picchu”, un conjunto de doce poemas que se inician con una reflexión acerca del proceso mismo de escritura del libro (el abandono de la estética de Residencia en la tierra) para pasar, después de una visita a Machu Picchu (un dato autobiográfico), al tono épico de versos que hoy son muy conocidos: “Sube a nacer conmigo hermano / Dame la mano desde la profunda / zona de tu dolor diseminado...”.

El tiempo ha hecho envejecer prematuramente muchas de las ideas que estaban en el centro mismo del Canto general. Pero la belleza poética y la sinceridad con que fue escrito hace que aún hoy nos emocionemos al leerlo. Es, sin lugar a dudas, una de las grandes obras de la literatura latinoamericana del siglo XX.