Raúl Mendoza Cánepa
El 5 de noviembre
Gran marcha contra la corrupción

El sábado 5 de noviembre será la marcha organizada bajo el hashtag #reaccionaperu. Es la voz del hartazgo frente al gobierno de Pedro Castillo, signado por investigaciones fiscales, una denuncia constitucional, fugas de implicados, obstrucción a la justicia, mal uso y abuso del poder. Sumemos inestabilidad política, licitaciones de urea arruinadas por la turbiedad de las negociaciones y pésimo manejo de la cosa pública.
Castillo no gobierna, divide. Lo hizo desde que era candidato y lo siguió haciendo como presidente. No es un gobernante, es un sindicalista que no deja de ser candidato. Gobernar es hacer, no decir qué se va a hacer ¿Hacer qué? ¿Con qué plan si el único plan es cambiar la Constitución? Cambiar la Constitución para patearle la ingle a tantas “pelotudeces democráticas” y enquistarse en el poder, mientras los peruanos patean latas, peregrinan por hospitales, reducen su ración.
¿Y a ti cómo te va con la subida de precios? ¿Vas a la marcha entonces? ¿Y los malos pronósticos sobre la inversión privada? ¿Y la escasez de gasolina? ¿Y el bolondrón de plata a una quebrada Petroperú? ¿Y los niños enfermos engañados que valen menos que una refinería inservible? ¿Y dónde están los más pobres? ¿Por qué no marchan el 5 de noviembre? ¿Y los campesinos sin fertilizantes? ¿Y los licenciados utilizados políticamente? ¿Y la dignidad internalizada en el servicio a la patria? ¿Les parece leal una “patria grande” donde Cuba y Venezuela mandan nuestra agenda?
La amenaza de una asamblea constituyente omnímoda no ha cesado. ¿Realmente crees, Susel Paredes, que tus posiciones quedarían bien paradas en un régimen castrista como el que sueña Vladimir Cerrón? ¿Crees, Francisco Sagasti, que te miran bien desde la izquierda extrema? ¿Creen algunos que las oenegés la pasarían bien con una nueva Constitución? ¿Y los morados? ¿Tanto les ocupa sus asuntos que el breve e ignoto Manuel Merino les llamaba más que el turbulento Castillo?
El rechazo a la corrupción quizás era solo un tema político para muchos porque la corrupción es mala si es naranja, pero invisible si es verde y sin importancia si es actual. ¿Y los éticos? ¿Arrojaron las toallas con las banderas que lavaron o era un asunto de antifujimorismo a secas? ¿Y Mónica Sánchez? ¿Y los artistas y los escritores? ¿Y los jóvenes bicentenarios? ¿Y los jóvenes de mi PUCP y los de San Marcos?
Protestar es decir pacíficamente “¡Basta!”, es expresar un sentimiento común y hacerlo por los cauces de la legalidad. Si no te gusta quienes la convocan, hagan las suyas propias ese día, no hay propiedad del grito ni de la convocatoria, no hay derecha ni centro ¿Y los medios que nunca están? ¿Y Canal N? ¿Y los canales que cubrieron full time lo de Merino? ¿Y los grandes empresarios que la hacen de avestruz?
Salvo que seas rentado, anda, ve y di lo que quieres decir. Difumina las diferencias porque no hay progresismo, centro, derecha y liberalismo. Solo hay diversidad y la expresión de un solo imperativo moral: el desarrollo del Perú, un Perú con libertad, democracia y probidad.
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